un film misterioso, tratto da una sceneggiatura dello stesso regista, già disegnatore di fumetti.
un film a episodi, con qualcosa in comune, che si ripete.
un vendicatore cerca di avere tutto sotto controllo, una specie di superman (cattivo?, chissà) che interviene a risolvere i problemi che si presentano.
protagonisti sono sopratutto donne, in storie complicate.
Carlos Vermut è alla sua opera prima, in un film sorprendente.
buona (enigmatica) visione - Ismaele
Al suo esordio Vermut, che sceneggia, fotografa e coreografa
anche, mostra già doti non comuni. In primis la cura formale che si sposa con
un rigore visivo degno del cinema classico (ed è una gran cosa, in tempi come i
nostri). Ma anche il plot - che si prende i suoi tempi - è ben scritto e
curato, riuscendo a regalare qualche sussulto nelle sue svolte narrative e un
buon grado di coinvolgimento. Grande la capacità di costruire una storia
apparentemente disordinata, da costruire come un puzzle: a poco a poco.
Gustoso.
Se podrá acusar al debut cinematográfico de este autor de
cómics de muchas cosas, pero ciertamente no de tomarse a la ligera su opera
prima. Personalmente, no me gusta ni el cartel ni el tráiler de la película: y
sin embargo el filme me parece una obra extraordinaria de principio a fin,
incluso en todo aquello que puede llegar a causar irritación en un espectador
no avisado (como lo era yo, a fin de cuentas).
Cierto: la película dura ciento treinta minutos y son
básicamente personas hablando. Cierto: uno puede cerrar los ojos en algunas
escenas y seguir perfectamente el hilo de la narración. Falso: Diamond
Flash es una película cualquiera. No, no lo es.
Para empezar, no parece una primera película: da la
impresión de que su director se haya dejado el alma en ella y cuente para ello
con un bagaje cinematográfico mucho mayor. En primer lugar, el ingenioso juego
argumental ha sido pergeñado con una laboriosidad, delicadeza e inteligencia
que no son habituales: pocos directores avezados son capaces de abrazar la
tragedia y el drama con tal desparpajo y sutileza (sólo Lars von
Trier se atrevía a cruzar esos espinosos parajes y salir indemne)
o de confiar tanto en la capacidad perceptiva de su público: y el
intrincado mimbre funciona.
En segundo lugar, la dirección de actores es sencillamente
EPATANTE: jamás había visto un ramillete de caras poco conocidas en un largo
autoproducido dar tanto ante la cámara y de manera tan genuina.
…Diamond Flash es una cinta atípica. Atípica para
el cine español, se entiende. La crítica no ha dudado en catalogarla dentro de
un terreno algo pantanoso, el mal concretado underground patrio,
que goza de sus más claros exponentes en el apocado cine vanguardista del
tardofranquismo, en la primera y más díscola etapa de Almodóvar o en el par de
películas que dirigiera el malogrado Iván Zulueta. No niego la correspondencia
–más que influencia- de cierta cultura trash entre cintas
como Arrebato (1980) y Diamond Flash,
pero creo que la película de Vermut coincide de una manera mucho más plena con
el mumblecore norteamericano, esto es, tanto en una
creatividad experimental que llega a planear sin complejos sobre el esnobismo,
como en una economía productiva de guerrilla…
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