lunedì 29 luglio 2019

Belzebuth - Emilio Portes

il diavolo in persona, un ex prete mandato via da Roma perchè usava strade diverse contro il diavolo, un poliziotto messicano che cerca di salvare bambini, un poliziotto degli Stati Uniti, molto speciale, un bambino che il diavolo vuole in tutti i modi, una lotta senza quartiere del Bene e del Male.
non sarà un capolavoro, magari poco raffinato, ma per due ore non ti alzi dalla poltrona, sicuro.
buona visione - Ismaele



esta película me gusta, encima de sus torpezas, porque, queriéndolo o no, me muestra temores profundamente idiosincráticos y me deja reflexionar sobre ellos. Me hace sentir un apocalipsis -como revelación y cambio de mundo- que es mío aunque no me corresponda. Me dice, como ateo, que las creencias de este país están ahí, aunque te quites y que este pensamiento te atraviesa, pongas lo que pongas. No sé qué sea eso a lo que llamamos “mexicano”… pero sé que algo de eso me espanta a través de esta película porque, en esta tierra, hasta los ateos son creyentes.

..En el aspecto visual, la película mantiene un elevado estándar de calidad. Los efectos especiales se usan con gran moderación, consiguiendo con ello una obra casi minimalista, pero sin perder suspenso y dinamismo en sus más frenéticos momentos. Por ello mismo tengo opiniones contradictorias sobre Belzebuth. Por un lado, emplea las fórmulas y estructuras que ya conocemos de memoria, pero, por otro, sabe orquestar escena tras escena con impacto emocional.
A fin de cuentas, me dejó satisfecho, pues ninguna de las quejas que se le pudieran achacar es lo tan grave como para considerarla una mala película y sus virtudes tampoco son lo suficientemente brillantes como para elevarla por encima de su modesta intención de aterrorizar públicos. Digamos que, dentro de sus sencillas intenciones, logra relucir por el talento del equipo creativo qué hay detrás. Y, sobre todo, funciona muy bien como muestra de cine comercial mexicano alejado de las habituales comedias románticas.

ad un certo punto delle indagini, mentre seguono le tracce dello sfuggente padre Canetti, Ritter e Franco approdano a una cupa e decadente chiesa abbandonata da tempo, la Iglesia de Niños, e qui trovano una cappella piena di simboli ed ammennicoli esoterici e crocifissi d’ogni dimensione sparsi sul pavimento. Da questo istante, Belzebuth abbandona la strada della credibilità e si tramuta repentinamente in un film alla Sam Raimi, alla Drag Me to Hell per intendersi, con tanto di statua del Cristo crocifisso a grandezza reale che si anima in CGI e inizia a parlare e a muoversi in modi blasfemi, ricordando per eccentricità la capra parlante e piuttosto scurrile che la medium utilizzava nel pirotecnico esorcismo del succitato film del 2009.
A ciò seguono una lunga lista di stereotipi ‘di genere’ e bizzarrie in termini di trama, così come di immagini. Si alternano allora tatuaggi apotropaici che si illuminano quasi prendessero fuoco durante un interiore scontro col maligno, cappellette nascoste nei tunnel sotterranei usate in precedenza dai narcos con altari eretti a Madonne scheletriformi, padri della patria e statuette posticcissime simil Pazuzu, personaggi posseduti che fluttuano a mezz’aria con iridi biancastre spruzzati dalla corrosiva acqua santa, nonché la metempsicosi del messia, che dopo essere nato da una mussulmana ed essere stato eliminato grazie a una novella Strage degli Innocenti da un maligno Papa ispirato dal demonio in passato, si è ora reincarnato in Messico perché, testuale, “è un paese oppresso da un impero”. A ciò si sommano colpi di scena piuttosto scontanti e tesi a traghettarci a un ovvio quanto deludente epilogo. Insomma, nel complesso non sembra di stare guardando una pellicola veracemente e orgogliosamente messicana, ma un mediocre film americano pieno di imperfezioni, faciloneria e patinature varie che ne affossano qualsiasi aspetto potenzialmente raccapricciante o inquietante (ma che probabilmente verrà facilmente distribuito proprio per questo in giro per il mondo)…

Los epílogos son probablemente lo que más le resta a esta película de exorcismos y posesiones. De hecho, cuando se mueve completamente hacia lo sobrenatural es cuando más cojea, como en esa escena de la iglesia abandonada a la que cuesta entrarle una vez que se ha visto la capacidad de Portes en el inicio de la película para provocar inquietud y desasosiego sin necesidad de artilugios medianamente convincentes. Los vínculos con la realidad la hicieron no solo verosímil, sino poderosa. Haberlos dejado de lado imposibilitó el redondeo de una historia prometedora que lo mismo habla de corrupción eclesiástica que de terrorismo, desapariciones y fanatismo.

El guión de Belzebuth (co-escrito por el propio Portes), es un verdadero desastre, más allá de los lugares comunes, que opaca por completo las contundentes secuencias de violencia iniciales, con sus explicaciones absurdamente “complejas” y consecuentemente irrelevantes para ligar las principales acciones: el México azotado por el narco como escenario de numerosas resurrecciones milagrosas que desembocan en una especie de versión de cuarta de Niños del hombre, con un cura (Tobin Bell, histrión también americano dado que buena parte de la película está hablada en inglés) que quizá es el diabólico antagonista o bien el heroico protector principal del nuevo mesías…

Como en esa noventera cinta, Belzebuth se regodea en la confusión entre lo sagrado y lo profano. Y en el centro de esta confusión está, por supuesto, el personaje genial de Tobin Bell.
Este cura excomulgado borra los bordes maniqueos y, hasta antes de la revelación final, confunde siempre al espectador paranoico por las trampas del maligno.
¿Qué es lo santo y qué es lo profano? ¿El arriba y el abajo? ¿A la iglesia le importa la fe o el establecimiento de una institución jerárquica? ¿Un cura excomulgado es un ángel caído? ¿La magia nace de lo sagrado o de lo oculto?
Entre estas preguntas y con las fabulosas actuaciones de Cosío y la revelación que es Yunuen Pardo alrededor del innegable carisma de Tobin Bell, Belzebuth triunfa a tropezones. Es una cinta que despliega todos los clichés de los géneros que evoca y que desafina en torpezas narrativas. Pero es una cinta, también, que ordena sus influencias con nueva iniciativa y un sello propio, que hace lo que quiere y que lo hace con irreverencia.
Las bondades y los pecados de Belzebuth se juntan en su origen y sus intenciones, en lo nacional y lo internacional, en lo que toma prestado y lo que se adjudica sin empacho. Entre las preguntas que despliega, finalmente, Belzebuth muestra la duda sincrética al corazón de un país profundamente religioso. Es por eso que esta cinta, en su ronco pecho y aunque no lo quiera, tiene un sello esencialmente mexicano…

domenica 28 luglio 2019

La sombra del caminante - Ciro Guerra

Ciro Guerra lo conosco per i suoi due grandissimi film, El abrazo de la serpiente e Oro verde - C'era una volta in Colombia, ne ha girato solo altri bue, che sono riuscito a trovare. La sombra del caminante è la sua opera prima, e racconta una storia che parla di tante cose, sopratutto della guerra civile durata decenni (senza retorica e senza urla), e di amicizia e solidarietà.
già da questo film si vede che Ciro Guerra è uno bravo davvero, non perdetevi questo gioiellino di film - Ismaele


QUI il film completo, in spagnolo




…La cinta explora la extraña amistad entre “Mañe”, quien está en condición de discapacidad y sin empleo, además de ser foco de burla; y un silletero del Cesar de lóbrego pasado que transporta gente por 500 pesos por el centro de Bogotá, que desea enmendar sus errores y tal vez “reiniciar”. De alguna manera se ayudan mutuamente para sobrellevar sus pesadas cargas, ligadas a los tantos antecedentes de violencia en la historia nacional. Son seres que han perdido mucho, pero  retienen aun el aliento para continuar.
En 2004,  un muy joven Ciro Guerra nos muestra una visión compleja e intima sobre la violencia evitando las balas, la sangre, o raspar apenas en los estereotipos militares; prefiere observar sus consecuencias en unas almas quebradas, melancólicas y solitarias, cuyos lastres y dolor quizás nunca cicatricen. Reflejar todo ello inmerso en un singular recorrido urbano por los rincones densos y desolados de aquella Bogotá distante; donde nuestros significativos personajes –muy bien construidos y con motivaciones creíbles- sienten el desplazamiento no solo violento, también del alma. Sus sentimientos los carcome el ayer, dejando esas inefables heridas en lo más hondo, tanto que al confrontarse quedan todavía en la inercia. Cuestiona incluso si la tan vehemente redención siquiera sea un concepto. Lo que si damos por certeza es que el impulso vital en ellos es vigente; sin embargo lo esencial es aprender a comunicar, por algo se empieza. Son individuos dignos bajo la mirada de Guerra, como un Cassavetes o un Jarmusch quisquilloso; y que en manos de un realizador impersonal serian maginados comunes…

Lo emocionante y válido también es encontrar la fusión de los lenguajes para que haya armonía en el empalme de las generaciones y el talento: el precoz director consciente y consecuente con su reto, y la mano magistral de un productor y un editor que acomoda los elementos de tal forma que logra el milagro de convertir lo que pudo ser parroquial en algo tan universal y respetable, tanto, que yo no tengo duda alguna de que esta película pasará por encima de elogios emocionados y críticas alevosas, a figurar en los anales del cine colombiano como una referencia histórica, un punto de partida para que la gente que hace cine, ahora, se atreva a hacer posible lo imposible e, incluso, visible lo invisible.
Esta es la historia de las sombrías callejuelas bogotanas, la cojera del pueblo, la carga del destino en una silla, la pobreza, el rebusque, el hambre, la miseria, la planta milagrosa, el bumerán de la violencia, el pueblo que camina con su sombra a cuestas, la sombra que se arrastra y duerme frío y resentimiento en su cambuche tan cerca de las estrellas, tan distante del cielo…

EI tratamiento dado al montaje evidencia una clara intención de insistir, por sobre cualquier otro elemento, en la evolución psicológica y emocional de he; personajes, lo cual se logra al conjugar dos elementos que en teoría se ven como opuestos: por un lado el desplazamiento permanente de Mañe y el hombre de la silla, que caminan prácticamente durante todo el filme, y, por el otro, la lentitud en el ritmo al encadenar el argumento.
A todo lo anterior se suma la eficacia de Ciro Guerra al decidirse por actores naturales para los dos papeles protagónicos que llevan todo el peso narrativo de la obra. Esto evidencia un gran trabajo de dirección y es una prueba más para poder afirmar que, desde su primer reto creativo, en Ciro coexistía una apropiación integral del oficio.
No sobra reiterar entonces que, aún con la incertidumbre que produce la realización de una primera película…

Guerra is clearly a David Lynch aficionado, and the awkward, comic relationship between the two men is a combination of Laurel and Hardy and Godot — wry, absurd conversations mixing with lengthy silences.
Badillo is superb as Mane, whose life is suddenly jolted into significance, while Prieto successfully combines a comic air with a permanent hint of threat.
Early reels make the most of the visual humor implicit in the material, with lengthy dialogue-free sequences. When the verbals start to dominate over the last half hour, things begin to wobble as the script outreaches itself and tries to get metaphorical about the state of the Colombian nation. Lensing is mostly hand-held, with low-lit scenes in particular showing up the budget limitations. Gentle piano score, like everything else about pic, is nicely understated.

Both characters are socially isolated—almost invisible to the rest of the world—but by joining forces they find the strength to overcome some obstacles and transcend their bland lives. Haunted by their past, they hide some scars deep inside—the physical handicaps here are a metaphor for the spiritual wounds—and when they decide to share the truth about who they are, a dark secret will come shatter their friendship, questioning characters and spectators alike about the boundaries of real friendship.

Focusing on the lowest social level of a country devastated by poverty, violence and corruption, La Sombra del Caminante isn't a moralizing work but offers the most dehumanized beings a shot at dignity and redemption. There is no easy categorization such as monsters and victims here, but a series of portraits of people who under socio-political pressure were turned into creatures who lost any sense of moral reference.

While the story could have been transposed with a couple of homeless people living in a highly socially contrasted urban area such as New York, what makes La Sombra del Caminante a more vibrant work is the extreme setting that Bogotá and Colombia offer, thus pushing the limits of Mañe and Sargento way beyond any civilized acceptance.

Despite its cruelty, the film is touching without ever falling into pathos and pity, rather opting for humor and poetry to de-dramatize the ensemble, thus allowing the spectator to embrace this story without being appalled by its overall roughness. Guerra's minimalist script and direction are sensible and restrained, bare of any useless narrative or visual device—including colors—, the washed-out black and white tones perfectly reflecting the state of the characters and their country.

There is beauty in the ugliness and Ciro Guerra successfully transposes it onscreen in this challenging but brilliant debut….



venerdì 26 luglio 2019

Midsommar – Ari Aster

il secondo album è sempre il più difficile, dice Caparezza, per Ari Aster il secondo film è davvero all'altezza di Hereditary, mutatis mutandis.
dura 140 minuti, ma non annoia mai, Ari Aster sa come si fa.
pare addirittura che ci sia una versione lunga un quarto d'ora in più, nel film in sala mancano, per paura di una qualche censura.
è una storia che può ricordare Wicker-man, di Robin Hardy, ma sareste fuori strada, o qualche film in cui gli antropologi sono dei saccheggiatori della vita e delle usanze degli altri, ma la fine sarà un po' diversa.
forse non vi ho detto niente del film, ma non serve sapere troppo in anticipo, andate al cinema e godetene tutti, non sarete delusi, ci scommetto - Ismaele


ps 1: segnatevi questo film, Glassland, un bellissimo film irlandese di Gerard Barrett, nel quale ci sono Tony Collette, protagonista di Hereditary, e Will Poulter, Jack Reynor, protagonisti di Midsommar, Ari Aster ha buoni gusti
ps 2: se si resta fino ai titoli di coda si vedranno una marea di nomi ungheresi, un'occhiata a Imdb e si scopre che il film non è girato in Svezia, ma in Ungheria.



Il terrore di Midsommar è lento, insinuoso, mellifluo, Ari Aster non vuole spaventarci bensì farci del male. 
Non vuole tagliarci in due con un colpo deciso di accetta, ma aprire una piccola ferita dentro di noi per poi infilarci un dito e continuare ad allargarla con una flemma insostenibile, guardandoci negli occhi mentre soffriamo per vedere che effetto fa.  
Se uno dei meriti maggiori per un autore è la capacità di raccontare delle storie, se davvero nel Cinema lo storytelling è ancora oggi l'aspetto fondamentale, allora secondo me siamo davanti ad un autore eccezionale. 
La storia che Aster ci racconta in Midsommar è stratificata, densa, carica, è un albero solido con dei rami lunghi e robusti, sui quali nascono le tante foglie che sono poi i suoi personaggi e i rapporti che si instaurano tra di loro e con lo spettatore. 
Il regista e sceneggiatore crea dal nulla una comunità intera con il proprio alfabeto e la propria lingua, con i propri rituali, le proprie credenze e le proprie tradizioni che solo tangenzialmente toccano la vera festa di metà estate che avviene in Svezia e si trasforma in qualcosa di oscuro e terribile, tutto alla luce del sole. 
L'inesorabile, spietata, infinita luce del sole. 
Ari Aster cesella Midsommar come farebbe un artigiano del legno alle prese con un grande tavolo pieno di intarsi, come farebbe un pittore emulo di Hieronymus Bosch alle prese con un affresco…

Un lutto devastante, una relazione morta che nonostante tutto continua e una malattia mentale che aleggia nelle paure di chi ormai si sente perso nel caos. Ancora una volta, Ari Aster parte da questi presupposti per Midsommar – Il Villaggio dei Dannati, ma a differenza di Hereditary – Le Radici del Male, l’oscurità fotografica e intima della protagonista Dani (Florence Pugh) e il piccolo mondo “stupido” del suo compagno Christian (Jack Reynor) & co. il quale, nonostante tutto, deciderà, malvista e compatita un po’ da tutti, di portarla con loro in Svezia, ospiti di una comune isolata che si dedica a una festività celtica per festeggiare la mezza estate ed eleggere la loro regina.
Un evento rituale arcano che si ripete ciclicamente e dove il giorno e la notte si confondono. Il buio scompare e ‘inizia’ il sole, andando diretti al punto senza perdere tempo. Coerentemente al precedente film, anche qui si racconta di un rito. Incessante, antichissimo e inevitabile. Le rune celtiche vanno a sostituire i sigilli demoniaci, mentre le danze fanno da cornice festosa al posto del lugubre dolore introspettivo e familiare di Hereditary. Tuttavia, il senso non cambia: l’inevitabile sta già accadendo e tutto è deciso fin dalle prime inquadrature (annunciato da disegni che continueranno ad anticipare ogni cosa nel corso dello svolgimento).
Ad Ari Aster non interessa tanto il “cosa” ma il “come” e questo discorso in Midsommar – Il Villaggio dei Dannati si fa ancora più estremo che nel lungometraggio del 2018. Tutto è già deciso e noi spettatori non possiamo che assistere e soffrire, divertirci, danzare ed essere in qualche modo partecipi. Dove nel precedente la scoperta di un “rito” in corso era il film stesso, qui siamo gentilmente ammessi come ospiti all’intera celebrazione…

…There’s an electric atmosphere in the village as superbly photographed by Pawel Pogorzelski, the music by Bobby Krli is pleasantly eerie, and the performance by Florence Pugh is riveting. It’s a bizarre and unnerving tale (not really scary) that smartly plays with us throughout in its nightmare sequences, its graphic sex scenes, its creepy wall paintings, its “breathing” trees scene, and its vibrant calls for old-styled vengeance. All this weird activity makes for a visually hypnotic watch, but one not suited for all tastes.

la violenza non arriverà mai nelle modalità attese, e anzi alle sue prime manifestazioni, gli studenti statunitensi la cui educazione umanistica e politicamente corretta non permette in nessun modo di dare un’interpretazione disdicevole, la accetteranno, certo turbati, ma chi sono loro per giudicare la tradizione pagana di un villaggio ai confini dell’Europa? Questa incapacità di prendere una posizione mascherata da buon senso è il carburante della storia, perché, come sempre, ai protagonisti gli elementi per sfuggire a quello che sembra inevitabile sono stati forniti fin dal loro arrivo. Sarebbe bastato che questi americani di città avessero abbandonato per un attimo la modalità-meraviglia da storia Instagram (Wow, un villaggio immerso nel verde! Wow, delle ragazze biondissime con una corona di fiori in testa!) e avessero guardato con più attenzione, tanto più che sono degli antropologi. Ma Aster è impietoso con loro, e non li salva da questa connotazione rozza, pur riprendendoli magnificamente, con immagini che riempiono gli occhi, con una luce perenne e artefatta (il lavoro del direttore della fotografia Chung-Hoon Chung è fantastico) e con una cura dell’inquadratura da Refn o Lanthimos, e cioè da grande autore.
E proprio questa è la sua pasta, quella di chi fa un film che per smania di categorizzazione viene definito un horror ma horror non è, che parla di una certa ottusità statunitense attraverso un gruppo di giovani dalla presupposta mentalità apertissima, che persegue la bizzarria senza strizzare l’occhio a nessuno e che non teme di avere degli idioti come protagonisti di un suo film. Un grande autore.

Aster si diverte ad alterare la percezione della realtà, soggetta all’umore della protagonista: le apparizioni repentine di un passato violento sono gli spettri inconsci che avvelenano la psiche di Dani, frutto di un trauma non ancora elaborato e forse impossibile da superare appieno. È proprio la purezza del suo dolore a renderla diversa dagli altri turisti, emblemi dell’americano medio che guarda al folclore straniero con indulgenza e paternalismo. Privata degli affetti, Dani ha bisogno di una famiglia alternativa che la accolga e si prenda carico della sua sofferenza, spartendola equamente come se fosse una propria responsabilità. Non a caso, la società di Midsommar poggia su due idee basilari: ciclicità e comunione. Da un lato c’è la visione circolare dell’esistenza, dove ogni ciclo vitale è in armonia con la natura, che pretende un tributo in cambio delle sue offerte; e dall’altro c’è la spartizione dei beni, dei sentimenti e degli stati emozionali, che diventano condivisi. Ogni passaggio cruciale per l’equilibrio del villaggio – come il concepimento di un figlio – diviene un rito di compartecipazione, in cui tutti sono chiamati a imitare l’impegno, la fatica e le reazioni di chi lo vive in prima persona. Analogamente, Dani può alleggerire il peso del suo enorme dolore, che viene distribuito fra le donne del posto in un liberatorio pianto collettivo.

Midsommar cerca di cambiare tutte le carte dell’horror, cerca di fare qualcosa di molto diverso partendo però dalla stessa tensione che di solito nelle storie dell’orrore porta alla paura. Il film alla paura non ci arriverà mai, volutamente, preferisce mettere quella sensazione ad un altro uso che tuttavia non è ugualmente soddisfacente. È molto molto difficile dire che un film realizzato bene come Midsommar sia un fallimento, che un film così perfetto nel mettere in pratica le sue intenzioni, così preciso nel ritrarre i suoi personaggi e così meticoloso nella realizzazione sia una delusione, ma è evidente che alla fine si rimane con l’amaro in bocca per tutto quel che poteva essere e non è stato.
Ari Aster ha la caratura del grande regista, sa bene come manipolare le scene o gli attori per fare in modo che anche minuscole azioni o piccoli eventi che si manifestano in secondo piano catturino l’attenzione dello spettatore e lavorino dentro di lui scatenandogli un dubbio improvviso…

Ari Aster va fortissimo in teoria. Vuole ambientare il film in una soleggiata estate? E allora lo inizia nella neve. Ma poi anche già questa cosa: un horror interamente ambientato nella soleggiata estate. Tiè! Contrasto! (non è ovviamente il primo ad aver avuto questa intuizione geniale ma non importa)
Ad Ari piacciono gli horror in cui ti importa qualcosa dei personaggi prima che si scateni l’orrore, e allora ci spende un’ampia mezzora sulla premessa, prima che tutti partano in gita per la Svezia a visitare un simpatico villaggio pagano e che ci sia quindi una specie di ulteriore “primo atto” in cui gli abitanti del villaggio pagano sembrano effettivamente simpatici…

giovedì 25 luglio 2019

Animal politico – Tião

la protagonista del film ha tutto dalla vita, cibo, parrucchiera, famiglia, palestra, centro commerciale, ma non è felice.
a un certo punto abbondona tutto e si ritira in solitudine, in campagna, nel deserto, a meditare sulla vita.
il film sembra strano, magari lo è, e va benissimo lo stesso.
fuori dalla città c'è la natura, i ritmi della vita sono più umani e si diventa umani.
apologo sulla vita umana e quella animale, tutti siamo animali politici e abbiamo un'anima.
sarà una bella sorpresa.
buona visione - Ismaele



Animal político è buffo e irrazionale, grottesco e inquietante. L’odissea nel deserto della mucca è l’essenza della fuggevolezza delle certezze dell’uomo che si adegua alle opinioni e ai comportamenti socialmente prevalenti e che, perciò, si sente privato della propria personalità. Eppure la società ha un ruolo fondamentale nell’affermazione dell’individuo. Allontanarsi dalla abitudinaria e piatta adesione ai gusti della maggioranza peggiora la sensazione di smarrimento e  spinge l’uomo sempre più verso il fondo, riportandolo inevitabilmente al punto di partenza, che è anche il punto di arrivo.
Ma perché una mucca? Questo animale si incanta, fissa l’orizzonte e rumina in continuazione, come se stesse meditando sulla propria condizione. Per questo è il candidato migliore per intraprendere il viaggio alla ricerca di una risposta al mistero della vita.
Di fronte ad Animal político, la sala cinematografica si è divisa in tre: lo spettatore che ha riso, quello che  ha corrugato la fronte, e quello ha fatto entrambe le cose. Ma tutti si sono accigliati nello stesso momento: il salto improvviso sull’isola della ragazza dai capelli rossi. A metà del pellegrinaggio laico del bovino, Tião ha inserito una storia completamente nuova, ambientata in un altro luogo. La ragazza selvaggia sembra incarnare l’indole crudele della popolazione brasiliana, celata sotto un’apparenza armoniosa e pacifica. Il regista rincara la dose di illogicità e l’enigma si infittisce. L’animale politico di Tião scuote lo spettatore dal sonno del fruitore passivo, risvegliando in lui il pensatore attivo.

Tião azzecca sia il registro comico grottesco che la protagonista, una mucca molto più espressiva di tanti attori "cani" creando uno strano e inclassificabile film, in cui sotto la patina solo in apparenza ironica e molto leggera c'è uno spessore di tutto rispetto.
Si sorride parecchio, ma si riflette ancor di più, grazie alla metafora di quel che le accade, attraverso una serie di situazioni apparentemente "normali" ma al contempo paradossali in cui molti di noi si riconosceranno, ma che di normale hanno ben poco. Cose su cui spesso manco ci soffermiamo più tanto le diamo per scontate, ma che balzano chiarissime ai suoi dolci e profondi occhi.
Forse qui e là affiora un po' di ripetitività, ma il film è sincero, non moralistico e inconsueto che diventa davvero difficile non volergli bene.
Così che tra una risata e l'altra, qualche momento e qualche personaggio davvero azzeccato (come il saggio robottino che incontra nel deserto), citazioni come le scimmie e il monolito nero di 2001 Odissea nello spazio di Kubrick o assurdi uomini senza testa che paiono usciti da una tela di Magritte, è grazie a una mucca che possiamo fermarci un attimo a riflettere su ciò che siamo diventati e essere d'accordo con lei che sarebbe davvero ora di usare di più il cuore e il cervello e smetterla di mandar sempre tutto in vacca.

 la nostra mucca, si ritrova faccia a faccia con il mistero, che in modo geniale Tião formalizza con il monolite di 2001: Odissea nello spazio. Questo tipo di ironia è la forza del film. Mettere una mucca come protagonista riesce a farci provare il distacco necessario e far emergere con forza una situazione così comune da passare sotto silenzio. È come se vedessimo una metafora prendere vita letteralmente, il tutto è estremamente materiale, prosaico, ma poi il viaggio spirituale della mucca prende il sopravvento e all’improvviso ci troviamo in uno spazio senza dimensioni in cui tutte le persone e le cose della sua vita fluttuano, come se il pensiero le stesse soppesando. Alla fine il ritorno alla civiltà e una commuovente presa di coscienza del compromesso che il vivere in comunità richiede, ma anche della gioia che può permettere lo stare insieme.
Un altro animale (della stessa specie) era stato portatore, l’anno scorso, di un messaggio sociale e al tempo stesso poetico, il bufalo di Bella e perduta (Pietro Marcello) doppiato da Elio Germano. Viene da chiedersi perché entrambi gli autori, in queste due produzioni geniali, abbiano scelto proprio questo animale!

Essenzialmente Animal Politico è un visionario lavoro di un regista che tenta, in maniera perversa, di turbare lo spettatore, di farlo – forse – immedesimare in questa bestia dotata di coscienza – e parliamo con un pacato relativismo – in un contesto tremendamente quotidiano. Usando una valevole fotografia Tiao riesce ad ottenere un “convincimento generale” da parte del pubblico che, nonostante tutto, segue il film con morigerato interesse...

Si comincia con due uomini senza testa che camminano nel deserto. Animal politico di Tião è destinato probabilmente a diventare un nuovo classico del cinema surreale perchè racconta una storia universale e lo fa con i toni del surrealismo più esasperato.
Il (o la) protagonista ha una vita piena. Una famiglia, va in palestra, al ristorante, esce con gli amici, gioca a pallavolo, eppure manca qualcosa, non è felice.
Ah… il protagonista è una mucca!
Proprio una mucca. Una bella pezzata nera e bianca che racconta in prima persona la sua vita. Il suo quotidiano, la sua normalità nel mondo degli uomini e quella mancanza. Una risposta di cui ha assolutamente bisogno.
Ed allora comincia un viaggio alla ricerca della risposta che tutti vogliamo. Un viaggio nel deserto dove affronterà una serie di personaggi più improbabili di lei, fino ad ottenere quella risposta, nella maniera e nel posto più inaspettato.
In fondo è un film sul significato della vita, che lascia anche alcuni spazi per sorridere tra i tanti luoghi per riflettere.
Come detto però siamo nel pieno del surrealismo moderno. Quindi non vi aspettate una vicenda lineare. Quello di Tiao è comunque un lavoro da vedere.

mentre scriveva questo parallelismo tra la mucca e l’uomo, ha iniziato a pensare a un’altra storia, quella di una ragazza caucasica, su un’isola deserta, con un baule pieno di pietre preziose e un unico libro, forse ancora più prezioso. E ha ben pensato di inserire in Animal Politico la storia di questa ragazza, completamente nuda, ad accezione di paio di stivali, che racconta la sua storia da sopravvissuta a un naufragio quando era bambina.
Ora, il troppo storpia. E ci vuole un attimo a trasformare il surreale in un pasticciato eccesso. Aristotele a Sartre, Pushkin, Dostoevskij, Kant sono gli scrittori e filosofi che hanno ispirato Tião per questa sua visione della vita. Ma se l’intento era quello di turbare o stimolare lo spettatore, beh, il regista ha perso la sua attenzione a metà o forse anche prima di Animal Politico. Per un semplice motivo: ha pensato troppo a sé stesso, a celebrare tutto quello che voleva dire, e ha trascurato il pubblico in sala.

Melhor filme apresentado na primeira leva da Sessão Vitrine Petrobrás, “Animal Político” é um modelo do que deveria ambicionar qualquer produção experimental do país. A estranheza é o primeiro sentimento que contagia uma sessão de “Animal Político”, mas ela nos atrai ao invés de repelir. O humor também faz parte da fórmula, bem como um tom filosófico tão importante para narrativas existenciais.
Aqui, uma vaca com a voz de Rodrigo Bolzan é vista em diversos contextos do cotidiano, como no almoço em um restaurante, em compras em um shopping e na companhia de amigos em um churrasco ou na balada. Mas é um animal reconhecido como um componente humano, pertencendo a uma família com pais e uma irmã e marcando uma presença nas cenas sem qualquer deslocamento.
Tião, uma assinatura ostentada como diretor e roteirista por si só incomum, sabe como causar um efeito desnorteador, sendo astuto o suficiente para refletir sobre a banalidade de nossa existência impondo uma figura que embaralha as nossas certezas. A essa escolha, vem uma estrutura que quebra a linearidade do primeiro ato com uma nova história aparentemente individual, “A Pequena Caucasiana”, em que a ruiva Elisa Heidrich caminha totalmente nua aguardando desde a infância que alguém a resgate em uma ilha deserta.
Há outras ideias geniais no curso de “Animal Político”, como associar um livro da Associação Brasileira de Normas Técnicas (ABNT) como uma espécie de bíblia ou monumento para atingir a sabedoria suprema sobre o sentido da vida. Há também uma reencenação de “2001: Uma Odisseia no Espaço”, dando ênfase ao nosso processo evolutivo. Muito mais que cômicas, tais estranhezas agregam muito peso para devaneios essencialmente mundanos, todos a serviço de uma realização que compreende que o experimentalismo vem mais de uma retirada temporária da zona de conforto e menos de uma agressão aos sentidos e intelectualidade. Desde já, um dos melhores filmes nacionais do ano.

Alone - Brock Torunski

mercoledì 24 luglio 2019

Skin - Guy Nattiv






Scrive Erri de Luca:

Ho visto il cortometraggio che ha ottenuto il premio Oscar quest’anno. Titolo è “Skin”, regista Guy Nattiv. Racconta di razzisti americani, delle loro violenze contro persone di colore.
Una sera uno di questi aggressori viene rapito da un gruppo di sue vittime. Lo portano in una rimessa e lo tengono per una decina di giorni. Si vedono dettagli di un’attrezzatura per tatuaggi. Poi lo rimettono in libertà. L’uomo è stato completamente tatuato con inchiostro nero. Lascio sospeso il finale.
Dante nella sua cantica dell’Inferno fa applicare alla giustizia divina una misura di pena detta di contrappasso. Al torto commesso corrisponde una condanna analoga. Gli indifferenti, detti ignavi, sono messi a seguire una bandiera, incalzati da insetti che li spronano. I golosi sono messi a sguazzare nel fango e a nutrirsene.
Prima di Dante, Seneca usa una simile ritorsione in una sua satira per l’imperatore Claudio che barava al gioco dei dadi, imponendo la sua vittoria ai giocatori. È condannato a perdere al gioco per l’eternità.
Posso immaginare misure di contrappasso per gli attuali propagandisti di avversioni, istigatori dei peggiori sentimenti: essere condannati a doverli ripetere allo specchio, rivolti contro se stessi, per l’eternità.
Quelli che hanno gridato agli immigrati di andarsene via, vagheranno da esuli. Chi ha rispedito in Libia, vi sarà detenuto. Chi ha avvelenato Taranto e i suoi abitanti, sarà infarinato nelle polveri rosa dell’Ilva. Chi imprigiona bambini, sarà imprigionato da loro. Il razzista, come nel film “Skin”, avrà il colore di pelle detestato.
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(grazie a Daniele per la segnalazione)


lunedì 22 luglio 2019

La antena – Esteban Sapir

Qualcuno ha rubato le voci, e prova a rubare anche le parole.
Citazioni del grande cinema del passato, giochi con le parole, un bellissimo bianco e nero, film quasi muto, una storia (purtroppo) sempre d’attualità, una storia di resistenza, grande colonna sonora di Leo Sujatovich, una gioia per gli occhi, grandi attori. Come non guardare questo piccolo grande capolavoro? 

ps: qualcuno si può chiedere come mai questo film del 2009 non è passato al cinema in Italia. 
provo a risponder(mi): non è che un padrone della tv, con le scarpe con un abbondante rialzo, avrebbe potuto far pensare al signor B? - Ismaele



QUI il film completo, in spagnolo


…Il punto di partenza è dunque - come dice anche uno dei personaggi - l'idea del popolo a cui sono state tolte le voci ma non le parole e Sapir ha avuto una grandiosa intuizione per la messa in scena, dato che nella città, da quando è stata assoggettata da Mr. Tv, regna un silenzio assoluto nel quale le persone si parlano leggendosi le labbra, il regista ha deciso di girare la pellicola come fosse un film muto e in bianco e nero. In questo modo richiami e omaggi al cinema degli anni '20 sono davvero enormi, ma non per questo il film si riduce ad un puro esercizio di stile. Infatti, fra scenografie che richiamano l'espressionismo tedesco (alcune tra l'altro realizzate in maniera originale con fogli di giornali pieni di articoli e fotografie - vedi le montagne fra le quali è situata l'antenna), musiche che riportano perfettamente in vita i nomi di Lang, Murnau, Dreyer e chi più ne ha più ne metta, e inserimenti surrealisti degni del miglior Dalì, Sapir si diletta anche con iniezioni di modernità, come ad esempio le didascalie dei dialoghi (che ricordano molto i balloon dei fumetti) che fuoriescono da megafoni sottoforma di onde sonore o che seguono i personaggi mentre essi pronunciano le proprie battute. Ovviamente sto tralasciando molte altre idee più o meno simboliche, ma lascio a voi il piacere di godervele tutte durante la visione…
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…Un film interessante e brioso con degli attori molto bravi nel dare l’idea del film muto, interessante il lavoro di scenografia, le musiche e la perfetta fotografia in un bianco e nero d’altri tempi.Un’ opera che vuole essere istruttiva e ci riesce con uno stile del tutto peculiare.
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... Nonostante il silenzio, nonostante le parole siano ridotte a logoi luminosi che compaiono sullo schermo e sono protagonisti fra i protagonisti, i personaggi sono dipinti a tutto tondo, sia gli umani, sia le amene creature che li attorniano: un autista assassino deforme con la coda di topo, una cantante soprannominata The voice dal volto sempre nascosto e con un figlio privo degli occhi (unici individui in possesso della voce: l’una può usarla solo per intrattenere, l’altro non può raccontare il mondo che lo circonda), uomini mongolfiera che si librano in cielo a scopo pubblicitario ed una bambina intrappolata in una sfera di vetro che macina le parole per ridurle negli ingredienti degli AlimentosTV, biscotti-droga per i cittadini…
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…sobre todo hay imágenes llamativamente bellas, hipnóticas, como cuando Sapir usa la cámara lenta (la niña saltando, por ejemplo), los reiterados planos de las lágrimas en las mejillas de los personajes o ese soberbio encuadre en el que la mujer sin rostro dibuja la expresión que le falta en el vaho de la ventana. Por lo demás, en un film de este tipo, es obligado destacar la omnipresencia de la música, que aquí está compuesta con maestría por Leo Sujatovich. Es ejemplar cómo se ha logrado la adecuación melódica de las notas con la sucesión de imágenes, especialmente en la escena del combate de boxeo, probablemente en homenaje al cine mudo de Chaplin y su Luces de la ciudad.
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domenica 21 luglio 2019

Magic Magic – Sebastian Silva

al cinema bisogna diffidare dell'allegria dei giovani che partono, ci sarà poco da ridere, come in Quella casa nel bosco o in Get out.
in Magic Magic succedono mille cose, o si immagina che succedono. Alicia non riesce a dormire per giorni e giorni, e questo non fa bene al suo equilibrio, è fuori di casa, dall'altra parte del mondo, con amici (o così dovrebbero essere) che non conosce, che la assoggettano e la prendono in giro, Brink in primis, ma non solo.
poi è una discesa verso l'inferno, solo Alicia lo intuisce.
e quando si arriva alla fine di tutto niente si può recuperare, e tutti sono impotenti e addolorati oltre ogni dire.
l'ho visto due volte, e ogni volta ti cattura verso un buco nero senza ritorno.
chi non riesce ad entrare nella storia e non è disposto a soffrire, chi non sa cos'è l'empatia verso i personaggi, che sono altri noi, lasci perdere, ma non saprà mai quello che perde.
buona visione - Ismaele 



Isolata dal mondo e immersa in un ambiente esotico, Alicia vive l'inquietudine di un'adolescenza appena finita e di un corpo appena maturo da esibire 'in faccia' al Brink di Michael Cera nel sopravvento della possessione. Perché Alicia sembra agita da una forza aliena e avulsa che tuttavia non vomita verde, non devasta il volto e non ruota la testa. Magic Magic è di fatto estraneo alla 'fenomenologia del demoniaco' e alle improvvise esplosioni de L'esorcista e prossimo all'atmosfera incerta e inquietante de L'inquilino del terzo piano. Nel modo di Roman Polanski, Silva mantiene l'indeterminatezza senza bisogno di argomentare o chiarire i passaggi. Magic Magic esibisce allora una vocazione psicologica, sottolineando la dissociazione della protagonista, che si crede vittima di un complotto amicale. 
Nella relazione con gli ambienti e i suoi personaggi, Magic Magic opera poi un bel salto di qualità, 'sbarcando' i personaggi nella regione dei Mapuche, indiani del Cile che celebrano le forze della natura e praticano cerimonie per scacciare il male. Dimostrando di conoscere molto bene la realtà che filma, il regista evita ogni deriva esotica e struttura la storia su alcuni luoghi simbolici, la foresta, la scogliera, lo specchio d'acqua, che assumono un valore che oltrepassa il dato realistico ponendosi come corrispettivo esistenziale dell'Alicia di Emily Browning, ancora una volta bella, inquieta e addormentata.

Escrita y dirigida por el director chileno Sebastián Silva, cuenta con la fotografía del siempre genial Christopher Doyle. La historia que nos propone es interesante, pero cuando no avanza lenta se pierde en sí misma. Salvándola de su ritmo pésimo, tiene un final esclarecedor e impactante.

Quien está realmente inconmensurable es la actriz Juno Temple. Ella es sin duda Magic Magic. En cuanto al resto del reparto tenemos a un Michael Cera haciendo de Brink, aunque algo más canalla que de costumbre y soltando alguna que otra frase en castellano, lo cual resulta bastante cómico. Y por último una secundaria de lujo Emily Browning, que no lo hace mal pero queda eclipsada por su compañera de reparto.

Es difícil encajarla en un solo género, ya que como decía antes, a lo largo del film pasa por varias etapas. Lo que sí es seguro es que vale la pena verla por la gran actuación de Juno Temple y ese final increíble. Que no os engañe su inicio, va mejorando a medida que los minutos pasan.

No es una cinta que entusiasme demasiado pero es muy saludable y plausible, no creo que nadie la vaya a creer una obra maestra porque todo es muy visto, son pocos los elementos que tiene para ello y se pega fielmente a esto (y es encomiable por su sinceridad y autocontrol en su dirección), pero en su manera de contarlo hace una cierta diferencia porque no quiere hacer falsos ruidos, ni hacer gala de oportunismo o efectismo, sino contar algo desde lo pequeño que es importante como tal, en su esencia humana, y es una buena historia que recurre valga la paradoja a la normalidad de su creación, sin aspavientos pero que con esa jungla de árboles o esos chamanes haciendo un rito extraño para nosotros en medio de una tragedia se esconde el terror, uno psicológico que bien ha tenido el pulso de amoldarlo a su obra el director chileno que en Estados Unidos está catalogado como uno de los más prometedores cineastas independientes, y lo vemos así, aunque aún en el proceso de llegar más lejos, si bien lo suyo son relatos de autor, y pequeños ejemplos de grandeza, adaptaciones y retos humanos.  

…Va a finire, allora, che Magic Magic diventa un horror nella misura in cui si vuol chiamare orrore la vita quotidiana degli insicuri e dei deboli, messi di fronte a una situazione che forse è davvero seria, forse è davvero problematica. E non ci sono soluzioni, ma solo una risoluzione, magari eccessiva, magari piovuta dal nulla, certo inspiegabile; l’assenza di soluzioni del film è l’assenza di soluzioni nel momento in cui la tua personalità si ritrova costretta a incontrarsi e a interagire con quella di altri individui. Non si saprà mai quanto di reale c’è in questo tipo di rapporti, quanto è dettato dalla propria insicurezza, quanto dalla propria maleducazione, quanto dalla maleducazione e dall’insicurezza altrui. Quanto dalla follia. Ci sono solo cose che accadono per un susseguirsi di eventi microscopici che dipendono solo tangenzialmente dalla nostra volontà, ma le cui conseguenze e la cui portata vanno al di là della nostra comprensione, del nostro raggio d’azione. E ognuna di queste cose fa sempre un po’ più male e c’infilza sempre un po’ più nella ciccia, ma ce ne rendiamo conto quando ormai siamo sul ciglio della rupe e non si può andare che in una direzione. Metaforicamente, s’intende…

…Metaforicamente Alicia potrebbe rappresentare una purezza d'animo sporcata dal cinismo e dalla cattiveria altrui. Il cucciolo, il pappagallo, il carattere sopra le righe degli altri potrebbero aver lentamente divelto e travolto il carattere buono e mite della ragazza. Come se tutte quelle piccole cose avessero creato in lei un disagio talmente forte ,e vissuto in circostanze talmente particolari (lei migliaia di km lontana da casa e circondata da persone che non conosce), che in qualche modo hanno mandato tutto in corto circuito, lei così piccola, sola e indifesa. Quando ti senti sola, "minacciata" e non a posto con chi ti sta vicino e col luogo dove stai, ogni piccola cosa può avere effetti devastanti per la psiche.
In questo senso anche l'impermeabile indossato sempre da Alicia (senza che piova mai o stia per piovere mai) l'ho visto come simbolo di protezione verso una minaccia che non si riesce ad inquadrare…