prima delle dittature genocide che hanno distrutto i due paesi, Uruguay e Argentina dovevano essere due paesi gemelli, per cui il cambio di paese, dal libro al film, non toglie niente alla storia.
si tratta di una storia d'amore, ma non solo, fra Martin e Laura, con tutte le attenzioni del caso, Martin è vedovo, ha tre figli grandi, un capoufficio dell'agenzia diassicurazioni dove lavora anche Laura.
il film è un piccolo capolavoro da non perdere, lo capirete guardandolo - Ismaele
QUI il film completo, in spagnolo
… La tregua, obra de Mario Benedetti (escrita en 1959 y publicada al
año siguiente), parte del currículo escolar de muchas generaciones, es un
título cumbre del tedio de un oficinista. El trabajo rutinario es la tumba de
los sueños, no obstante, los signos materiales de la vida se acumulan y exhiben
un pasar que, en otro contexto –hijos, bienes- empleo-, serían exitosos.
Pero el éxito y la felicidad no están
representados aquí. El oficinista ha transitado una vida en el mismo empleo
haciendo siempre, año tras año, lo mismo. No ha corrido riesgos, tampoco
novedades. Su ritmo es regular pero contagia el tedio a sus dos hijos hombres,
aunque su hija rescate ese sentido de vida propia. El director elige a Héctor
Alterio, perfecto en el rol del oficinista Martín Santomé, para trasmitir la
perspectiva de este hombre cincuentón, con encuentros sexuales esporádicos,
soledad, trabajo. Ha tenido un gran amor, Isabel, madre de sus tres hijos.
Blanca, Esteban y Jaime, que muere. Pérdida de la que no se recuperó jamás. Ha
sido una vida taciturna, regida por compases más bien asociados al ritmo
biológico, donde en la cúspide se ve un ascenso y la jubilación.
El ritmo calmo de una oficina del
Montevideo del ’59, con sus cerros de papeles, archivadores y kardek, es el
escenario para el ingreso de dos nuevos empleados, uno de ellos Laura
Avellaneda (Ana María Picchio), la joven oficinista, con la cual tarda en
entrar en confianza y se celebra pese a su diferencia de edad. El otro, un
oficinista que padece de claustrofobia y lee el horóscopo. Y la panda de amigos
del trabajo, gritones, exagerados, (Antonio Gasalla, notable como Santili) con
la esperanza de ganar alguna vez las apuestas deportivas. La broma a uno de
ellos, es uno de los puntos importantes del desquiciamiento del grupo, de sus
normas y juergas, y del combate al aburrimiento que en este caso se torna
cruel…
…se puede decir que el amor que tuvo
con Avellaneda fue una tregua, un tiempo de felicidad, en una vida condenada,
tal vez, a la miseria emocional. Primero le sucedió con Isabel y ahora con
Avellaneda. Ella era su última esperanza, la única y verdadera razón para
disfrutar de su ocio. La jubilación había sido concedida pero ya no era lo
mismo. De esta manera, se puede observar que a través de una imagen en primer
plano la película resume muy bien dicho momento, ya que se lo muestra apoyado
en una pared llorando sin encontrar explicación. Este último retrato, con el
que se pone fin a la película, se observa en otros episodios pero no como parte
de la escena sino como una imagen que estaría adelantando un suceso próximo.
Que una
película se base en una novela no significa que la historia deberá ser contada
de igual manera que en el libro. Por su parte, el director Renán, recrea lo
leído y recorta, produciendo un gran efecto, imágenes según su lectura. De esta
manera, la reflexión y la evaluación del personaje sobre su vida en soledad
primero, luego en compañía del amor y finalmente de nuevo en soledad, son
imágenes que leemos y momentos que también visualizamos.
…Hemos querido analizar la película La tregua, ya que al ser una versión
libre, se toma atribuciones propias, creando un para-texto independiente. Y es
interesante porque a Benedetti mismo le complicaba el tema de esta versión
de La tregua. Se le
puede ver en una entrevista hablando de esto:
“Yo quedé
disconforme con la tregua. Esta bien el trabajo de los actores, me pareció
excelente, Renán es un muy buen director de actores. Pero no quedé contento de
que se sacara de Montevideo una novela que era tan montevideana que pasara en
Buenos Aires, y además que la cambiaran de época. Y entonces al quitarle el
contexto social quedo una love story nada más. Bueno la gente se emocionó
mucho, lloraban en los cines de Buenos Aires con eso. En aquél momento ocupó el
segundo puesto, no en recaudación -porque eso depende de los precios- en
espectadores después de La Guerra Gaucha”.
Tan contradictorio es que no le gusta la versión libre, pero sí le gusta el
trabajo de actores que hizo el director. Y también le agrada que durante
algunos años la película hubiera sido la segunda más vista en Argentina.
Benedetti se contraría con la idea de haber sacado la acción de Montevideo y
trasladarla a Buenos Aires. Además de incomodarle haber cambiado la época en
que se desarrolla la trama. Después de 42 años de su estreno,
consideramos que Renán vadea esas situaciones muy bien. Creemos que el tiempo
le ha dado mayor profundidad a la realización, que si bien no refleja ese
tiempo de principios de los 60 que esperaba Benedetti, al haber transcurrido un
considerable número de años se vuelve testimonio de otra época, moviéndose el
eje estético, pero no por eso perdiendo el sentido artístico, lo que le da una
nueva vitalidad a la recepción de esta obra cinematográfica en la actualidad.
Ponemos de relieve La tregua dirigida
por Renán por considerarla un clásico del cine latinoamericano y en particular
argentino. Es una de las paradas obligadas dentro de nuestra
cinematografía y en especial para todo aquel que se defina como cinéfilo.
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