un film (Leone d'Argento al festival di Venezia nel 2019) che ha saltato la sala e subito è apparso su Raiplay.
una serie di piccolissimi film, a volte legati fra di loro, ciascuno accompagnata da una minipresentazione con una voce femminile.
a volte gli sketches sono comici, esplosivi, di sicuro spiazzanti.
l'idea che uno si fa con questo film è che questa Svezia non sia un posto allegro, molto diverso dal nostro, ma non sappiamo cosa è meglio, al cinema non si fanno classifiche.
rari sono i bambini, adulti e vecchi appaiono irrimediabilmente tristi e goffi, annoiati e invidiosi, gente che si fa i fatti propri.
a scanso di equivoci il film è molto bello e Roy Andersson è bravissimo.
buona (televisiva) visione - Ismaele
QUI il film completo, su Raiplay
…una
obra aún más depurada si cabe que las anteriores, en las que deja de lado,
aunque no del todo, su vena más mordaz, ácida y humorística, dando paso a una
mezcla de regusto agridulce en el que se dan la mano el patetismo sin coartada
ridícula, la alegría de vivir que emana del baile de tres chicas o lo
fascinante que resulta la vida, así, en general.
Roy
Andersson es ese abuelo
que, en lugar de pasarte dinero como si fuese droga, te pregunta cómo te ha ido
el día y luego hace una
película con tu respuesta. Sería harto extenso ponerse a enumerar la brillante
puesta en escena, la complejidad de sus colores pastel, el maquillaje
fantasmagórico de sus ‘muñecos’ parlantes. Lo mejor para descubrir a Andersson
es asistir impávido, como muchos de los hombres y mujeres que aparecen en sus
viñetas cotidianas, y dejarse empapar por su manera de ver la vida. Un nuevo
escalón al cielo de Andersson y merecedor de todos los halagos.
… Desde las pequeñas derrotas cotidianas y diarias (un
hombre que envidia a su antiguo compañero de colegio, el citado cura que ha
perdido la fe, un dentista cansado de su trabajo que se refugia en el alcohol,
alguien que no encuentra a quién esperaba en una cita a ciegas, …) hasta la
derrota en términos absolutos y abstractos (Hitler y sus patéticos
lugartenientes en el búnker de Berlín mientras la ciudad es bombardeada o esa
escena en la que cientos de soldados alemanes marchan presos por la helada
estepa rusa camino de Siberia).
Una derrota de la humanidad (y lo
humano) en la que el pesimista Roy Andersson encuentra, en
pequeños gestos, conversaciones y situaciones, un pequeño aliento de esperanza
que tiene su colofón en esa hermosa (y terrible) imagen de dos amantes
sobrevolando la devastada ciudad de Colonia tras los bombardeos en la Segunda
Guerra Mundial (que remite al cuadro de Marc Chagall, Sobrevolando
la ciudad), representación del triunfo del amor sobre la barbarie y la
estupidez humana.
…Una
sovrapposizione poetica di quadri che catturano momenti di vita. Alcuni dei
personaggi ritratti sono Adolf Hitler, una direttrice marketing,
una donna che ama lo champagne e un prete. La narrazione è guidata dalla voce
calda di una donna, una sorta di Scheherazade (delle Mille e
una notte) che racconta la storia dell’umanità e invita gli spettatori a
riflettere sulla preziosità e la bellezza della nostra esistenza.
Roy
Andersson incarna l’essenza dell’ odi et amo cinematografico
(altro che Tarantino).
Camera
statica e movimenti ridotti all’osso sono i pennelli che il regista usa per
dipingere ciò che per lui è la vita quotidiana. I colori da lui scelti sono
semplici, sono racconti circa la banalità del giorno. Il suo scopo è mostrare
debolezze e virtù della gente comune, dimostrando che tutto ciò che non sembra
avere senso è comunque fantastico, mentre tutto ciò che nella vita ci appare
fantastico, non ha comunque senso. Chiaro, no?...
…Esas viñetas componen un mosaico existencialista a
base de humor negro y situaciones absurdas que nos habla sobre las miserias
cotidianas, sobre el sentido de la vida, sobre la muerte y el silencio de Dios,
el amor, la soledad y la tristeza, sobre el poder y la humillación, sobre la
juventud y la vejez, sobre las relaciones humanas o sobre el deterioro del
cuerpo y el alma. Andersson trabaja con un trasfondo filosófico (rama
existencialista-pesimista) pero partiendo siempre de acciones cotidianas y
prosaicas (un buen ejemplo sería esa divertida escena del film donde un cura
con un angustiante problema de perdida de fe es expulsado casi a la fuerza de
la consulta del psiquiatra porque este no quiere perder el autobús que lo lleva
a casa
I film di Anderson sono tutti molto godibili, almeno visivamente sono una gioia per gli occhi. Tuttavia questo mi pare davvero "minimo", un'oretta e un quarto stiracchiata con le stesse scenette di sempre. Nulla a che vedere con la grandezza del "Piccione", meritato Leone d'oro a Venezia.
RispondiEliminase il Piccione è un capolavoro, Sulla infinitezza è "solo" un gran bel film, ogni tanto va bene anche così, no? :)
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