venerdì 28 ottobre 2022

Whisky Romeo Zulu - Enrique Piñeyro

il protagonista, che è il regista, e anche il pilota vero della storia vera raccontata nel film ci fa entrare in una storia del low cost, prezzi bassi grazie ai costi bassi e alla scarsa manutenzione e sicurezza, il volo è lasciato nelle mani di dio (che non era un pilota, si sa).

il film è teso e inquietante, un thriller che non lascia scampo, quando capisci che il film è anche un documentario e i morti non sono (stati) attori che poi si rialzano.

un film che merita, adatto anche ai viaggiatori seriali (che meditino...)

buona (volante) visione - Ismaele

 

 

 

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el director pone de manifiesto en “Whisky Romeo Zulu” una compleja trama de complicidades entre la Fuerza Aérea Argentina y la compañía privada para dejar de lado y soslayar los controles básicos operacionales de vuelo y obtener mayor rentabilidad de los mismos.

Los problemas que se le presentan al comandante en pleno proceso de reestructuración personal se comienzan a convertir en irresolubles o hacer reglamentar la lógica de seguridad o subirse al carro demencial de lo “atado con alambre” (hecho tan tradicional en nuestra cultura).

Las escenas, algunas de ellas de carácter documental, forman parte de un conjunto de obscenidades sociales (presten suma atención al diálogo que mantiene el piloto con una psiquiatra, de antología…) que avasallan cualquier horizonte superador en materia de lógica empresarial y la responsabilidad que la misma conlleva…

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…Whisky Romeo Zulu es un filme fuerte, impactante, poderosa, que hará repensar a todos aquellos que suben a un avión confiando ciegamente en los equipamientos y el control aéreo de quienes son responsables de su suerte.

El filme se centra en el largo tiempo durante el cual Piñeyro, tras ser ascendido a piloto de LAPA, trató de llamar la atención (primero interna y luego públicamente) sobre los problemas de seguridad de la línea aérea. Pero la respuesta que encontraba a sus quejas era similar a las que ahora salieron a la luz tras el caso Cromañón: "Estamos en Argentina, ¿qué querés?"

Lo que Piñeyro quería era no poner en riesgo vidas humanas y no lo consiguió. En la versión ficcional de la historia, combina tres tiempos distintos para ir acercándose de a poco al final anunciado. Por un lado vemos su evolución (o, más bien, involución) como piloto de LAPA. Por el otro, el presente del juez que lleva la causa del accidente y que recibe amenazas y atentados. Y un tercero, centrado en una historia de amor con una compañera de escuela que reaparece en su vida ya de grande (Mercedes Morán) y que se ubica del otro lado del mostrador en los debates morales del filme.

Como toda opera prima, a Piñeyro le cuesta dosificar sus subtramas y la historia de amor cobra más peso que el necesario. Y si bien se reunió de probados talentos para la fotografía y el montaje, se ve la debilidad en la dirección de actores.

Bien narrada, efectiva, poderosa y capaz de transmitir angustia y adrenalina al espectador como pocas películas argentinas recientes lo han hecho, Whisky Romeo Zulu puede no ser una gran película, pero es una película necesaria, de visión casi obligatoria, larga saga de la decadencia de un país y de sus costumbres, y de las víctimas que esa desaprensión genera.

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Uno de los empleados de LAPA y una de las víctimas de esta cultura de precios bajos en detrimento de la seguridad de los vuelos, los cuales por cierto eran fundamentalmente de cabotaje pero también cubrían destinos en Uruguay y Estados Unidos, fue Enrique Piñeyro, un verdadero Hombre del Renacimiento que nació en Génova, Italia, y vivió casi toda su vida en Argentina al punto de convertirse en médico aeronáutico, piloto de avión, cineasta, filántropo, activista social, cocinero, dueño de un restaurante, monologuista de stand up e investigador de accidentes aéreos, incluso participando -en calidad de representante de la Asociación de Pilotos- de la pesquisa con motivo del Vuelo 2553 de Austral y habiendo sido comandante de aviones en LAPA entre 1988 y aquel 1999, apenas unos meses antes del accidente del Vuelo 3142, un puesto de piloto al que renunció en junio por la presión constante del conglomerado privado para que se retracte de una valiente denuncia que había realizado acerca del calamitoso estado de los aviones, las irregularidades sistemáticas y la gran negligencia tanto de la Fuerza Aérea como de la misma LAPA, segunda empresa en importancia en el país luego de sus homólogas públicas/ estatales de Aerolíneas Argentinas y Austral Líneas Aéreas, estas dos últimas fusionadas en 2020 por la crisis que atravesó el sector a raíz de la pandemia del coronavirus. Después de dejar LAPA Piñeyro, que cuenta con una fortuna familiar, compró un Boeing 787 a Aeroméxico que utiliza para misiones humanitarias, fundó la productora Aquafilms y empezó a trabajar como actor ya que posee además formación teatral, llegando a colaborar con directores como Daniel Burman, Marco Bechis, Emanuele Crialese, Rafael Filippelli, Alejandro Chomski, Lucrecia Martel, Miguel Cohan, Lorena Muñoz y la dupla de Mariano Cohn y Gastón Duprat. Whisky Romeo Zulú (2004) es a la par su debut como realizador y guionista y un lienzo autobiográfico, encarado desde el cine ficcional, sobre su paso por LAPA en la previa al desastre en cuestión, cuando la firma recurre al ABC del ataque contra los “empleados díscolos” que no acatan órdenes, osan pensar o muestran algún margen de autonomía, a los que una y otra vez se margina y demoniza para que no renueven la solidaridad de sus compañeros y todo lleve a una huelga…

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