Nora si è stancata della vita, ma lascia mille indizi e istruzioni per tutti.
l'ex marito José (che abita in un appartamento di fronte a quello di Nora, va alla ricerca delle volontà e delle memorie e dei segreti di Nora.
e siccome Nora è ebrea metterla sotto terra non è semplice, ci sono regole, tradizioni, complicazioni.
si guarda come una specie di giallo, un bel film.
buona (funeraria e divertente) visione - Ismaele
…advierto que una película que dispara tantas asociaciones
–¿escribir sobre éstas no es escribir sobre la película?– no puede ser bajo
ningún punto de vista mala –pésima, ramplona, improvisada, transparente–, al
contrario, si le permite al espectador volar en la sala o en la casa con su
imaginación o pensamiento debe ser, irremediablemente, una buena –sutil,
profunda, ensayada, oscura, opaca– película, por lo que entonces, en homenaje a
la verdad, me veo obligado a suplantar la respuesta anterior a la pregunta que
pretendía saber mi gusto acerca de Cinco días sin Nora: sí.
…La dulce muerte. Sólo el cine mexicano puede
tratar la muerte de esta manera. La muerte es motivo de regocijo y festividad
para el pensamiento mexicano pero aquí también es causante de toda la ternura y
dulzura destilada en el relato. Una ternura auténtica y una dulzura honesta,
jamás cursi ni empalagosa, con una emotividad y una sensibilidad cada más vez
más raras dentro de un cine acostumbrado al tremendismo, al griterío y a la
ojetez.
La trascendencia calculada. Nora ingeniosamente se las arregla para seguir
influyendo en la vida de sus familiares aunque ya no esté, activando el
engranaje narrativo mediante una entrega de carne para el banquete que preparán
para la celebración del Pesach. De tal manera que convocará, aún sin estar
presente, a su ex esposo José Kurtz (Fernando Luján formidable), del que
todavía está enamorada. Convocará a la nana Fabiana (Angélica Peláez), que se
encargará de los preparativos para el banquete de despedida. Convoca a su amado
hijo Rubén (Ari Brickman), que junto con su esposa Bárbara (Cecilia Suárez) y
sus dos encantadoras hijitas, verán interrumpidas sus vacaciones para regresar
a la Ciudad de México. Y convoca a su prima Leah (Verónica Langer), conocedora
de un secreto que aunque quería, Nora no se llevará a la tumba.
Los milagros tragicómicos. Haciendo gala de un sentido del
humor negro y fino, es asombrosa la capacidad del filme para hallar la gracia y
la risa, a base de pura sutileza. Enfrentamiento tripartita entre el
pensamiento judío, el cristiano y el ateo, el estilo depurado de Chenillo
también hallará eco en una reflexión sobre la memoria y sus recovecos.
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