una guerra lontana, ma vicina, di cui da si è parlato poco e male, se non per dare la colpa di ogni male alla Russia di Putin.
Sergei Loznitsa cuce degli episodi come si deve, per fare un film che mostra e dice un po' di cose, per iniziare una guerra ci vuole un attimo, in confronto agli anni e decenni che serviranno, se basteranno, per costruire una pace vera, sopratutto in una guerra come questa, con la puzza della pulizia etnica.
non c'è niente da ridere, solo da soffrire e pensare, gran film da non perdere - Ismaele
…Donbass è un film di menzogne e porte chiuse,
pareti, passaggi a livello, posti di blocco. Fratture, separazioni, momenti di
stallo. È la frammentazione dell’Ucraina, del Donbass, la moltiplicazione delle
forze in campo, dalla milizia popolare all’armata ortodossa, dai cosacchi ai
paramilitari ceceni, dalle forze armate ucraine alla guardia nazionale. Una
frammentazione che diventa inevitabilmente caos; un caos che diventa
inevitabilmente il nucleo narrativo di Donbass, il centro
gravitazionale. A (ri)dare un senso e una lettura a questa frammentazione è il
rigore geometrico di Loznitsa, la persistenza della sua messa in scena: si
veda, ad esempio, la sequenza del secondo bombardamento e dell’agguato
notturno, quando oramai combattenti e posti di blocco ci sembrano intercambiabili
e sovrapponibili. I mezzi corazzati, le macchine e le tute mimetiche ci
restituiscono un magmatico esercito in lotta con se stesso, in uno spaventoso
brulicare di fascismi e fascisti – consapevoli o inconsapevoli.
Tragico. Grottesco. Lucidissimo. Ma soprattutto
spietato. Il cinema di Sergei Loznitsa, sempre rigoroso nella messa in scena e
nella stratificata scrittura, sembra essere (un po’) cambiato dopo Austerlitz.
Non nella grammatica, ma nello sguardo. Sono cambiati i suoi personaggi, oramai
lontanissimi dall’innocenza di Sushenya (Anime della nebbia).
In questo senso, Donbass segna un passo ulteriore
rispetto al precedente A Gentle Creature,
una resa, una discesa negli inferi di un cambiamento impossibile. Macchina a
mano o quadri fissi, con piani sequenza che si dilatano, restituendoci alla
fine un mosaico completo e avvilente. E la distanza cercata,
trovata e scelta da Loznitsa ci sembra davvero quella giusta, forse l’unica
possibile. Forse è la distanza di Sushenya. Lo sguardo di Sushenya.
…Quizás
el punto débil de Donbass sea ese desamparo
como espectador que uno siente al no saber de qué lado ponerse ni saber poner en perspectiva las situaciones (en uno
de los momentos de la película a un personaje se le cuestiona de qué lado está:
“con los buenos”, será su respuesta como muestra de que ni siquiera muchos de
los implicados sabían de qué lado ponerse). Pero en definitiva es el desamparo
vital que sienten los personajes de Loznitsa, envueltos en un caos en tiempo
real donde las banderas se confunden y no hay más razón que la sinrazón de la
violencia y la mentira.
… En Donbass han desaparecido muchas cosas, pero lo primordial
que ha desaparecido es la humanidad, siendo sustituida por el odio, la
humillación, la mentira y la desesperación que hacen mella en unos habitantes
que sufren en silencio.
Esta película es un grito desesperado, una ventana
abierta de par en par al mundo para dar visibilidad a esta zona, que tapada por
otros conflictos como la guerra de Siria, la catástrofe migratoria mundial o,
atentados yihadistas, sufre en silencio la brutalidad de un conflicto que se ha
llevado por delante su vida, sus ilusiones y su dignidad.
… Loznitsa juega con el lenguaje
audiovisual para a menudo borrar la distinción entre realidad y ficción.
Intenta narrar con el mayor rigor posible las múltiples facetas del conflicto,
sin ninguna concesión en cuanto a la crudeza de las imágenes que vemos, pues
incluso secuencias a priori más alegres o pacíficas, que nos podrían dar algún
respiro, toman enseguida un tono enrarecido y agobiante: véase en este sentido
la celebración de una boda. Sin embargo, por otro lado este cineasta sabe hasta
que punto puede manipular, o representar este escenario con una mínima
estilización para que su efecto de denuncia tenga todo el poderío necesario. De
hecho nos queda la duda final, quizá criticable, de si la relativa homogeneidad
de pensamiento, ya sea belicista o resignada, de todos los personajes de la
historia, es efectivamente la más ajustada a la realidad de un país partido en
dos, o si se acerca también a la manipulación para que el espectador se quede
con la idea de que no se enfrentan aquí amigos y enemigos, o personas de
ideología opuesta, sino que el enemigo y la ideología están por encima de todos
ellos y los somete a todos por igual
… El guion escrito por Loznitsa está
bastante bien trabajado y sus personajes tienen un desarrollo, con unos
diálogos en algunos casos largos, y algunos giros inesperados que me
impresionaron. El reparto no está mal y cumple, sin ser lo más destacable
del proyecto, y me quedo con las actuaciones secundarias del reparto femenino.
Se podía haber recortado algo el metraje, ya que me parecen excesivas sus dos
horas de duración, pero analizando la película tampoco hay ninguna parte que
sobre ( quizás alguna con el ejército ).
Una película que muestra la cruda realidad de lo
que sucede en esa zona del mundo, y que puede tener su público, sobre todo los
que consideran al director como un cineasta de culto, y a los aficionados al
cine de autor con dosis de realidad. Una pequeña joya europea a reivindicar.
Nessun commento:
Posta un commento