lunedì 5 agosto 2013

El Robo Mas Grande Jamas Contado - Daniel Monzón

Daniel Monzón prima di "Celda 211", in un film comico che mi ha divertito, un po' Monicelli, un po' "La pantera rosa", un po' Pierino.
non sarà un capolavoro, ma fa ridere, e non è poco - Ismaele



Su meta es lo más grande. Tal es, que deciden robar uno de los más famosos cuadros del mundo. El Guernica. De los más famosos y de los más grandes también. No hay más que imaginarse las cómicas situaciones en las que se verán envueltos. Una tras otra, se van cruzando con guardas de seguridad amantes de lo extraterrestre, antiguos agentes secretos interesados en el cuadro y más personajes estrafalarios para llegar a la traca final. La escena del aeropuerto. Un final descabelladísimo, en el que no podrás parar de reír, y por supuesto no olvidarás. Yo por lo menos aun tengo marcados los gritos de ese pasajero furioso en el centro del aeropuerto, coreado por cientos de personas. Y no desvelo nada más, tan solo recomendar completamente esta película a todo el mundo. 
Entretenimiento puro y duro made in spain. Risas aseguradas durante toda la película, y el sabor agradable que se te queda en la boca al salir del cine y saber que no te han robado 5€.

Para este filme, Monzón ha repetido con varios de los intérpretes (Neus Asensi, Jaime Barnatán y Javier Aller) con los que trabajó hace dos años en El corazón del guerrero, su debut detrás de la cámara tras dedicarse al periodismo y a la crítica cinematográfica. Monzón admite que sus referentes a la hora de escribir y rodar El robo más grande jamás contado ('desde niño me han apasionado las películas de robos') son los clásicos del género como Rufufú, de Mario Monicelli, Atraco a las tres, de José María Forqué, o Un diamante al rojo vivo, de Peter Yates. 'Son películas que hablan de gente común, gente algo cutre que, por una vez, es capaz de hacer algo grande. Me gustan esos tipos y he intentado que los espectadores sientan por ellos una simpatía instantánea'.

…Ni los personajes tienen el mínimo interés, ni el argumento, desarrollado sobre una idea en principio válida (como todas las ideas en abstracto), ni el devenir de la llamémosla trama (arbitraria y salida de madre de continuo), denotan más que una ignorancia acerca de lo que es cierto tipo de cine, más ignorancia acerca de cómo ha de desarrollarse un guión y unas situaciones, y mucha más ignorancia acerca de todo lo que signifique narración coherente, genuina originalidad y verdadero sentido del humor.
Todo resulta previsible, manido, macarrónico, pedestre, equivocado, exagerado, incoherente, arbitrario. Y tremendamente aburrido.
A la falta de rigor, esencia, por ejemplo, de cualquier videoclip que se precie, añádase un más que burdo sentido del humor, una capacidad nula para escribir un guión coherente, unas dosis masivas de astracanada sin freno, y se obtendrá algo parecido a esta lamentable película, glorificada hasta el extremo por determinada, si no por la casi totalidad de la crítica. ¿Pero en qué país vivimos?

2 commenti:

  1. Sembra davvero divertente, ci vuole proprio, grazie!!

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  2. è una comicità misurata, continua, con alcune punte alte, sembra un'elettrocardiogramma quello che ho scritto, spero si capisca.

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