un film strano, denso, pieno di misteri, che mischia alieni, religione e indagini di polizia, su degli assassini che dicono solo Dio me l'ha ordinato (che è il titolo del film).
e sarebbe banale che ci fossero i buoni da una parte e gli esaltati dall'altra, le cose sono molto più complicate (per fortuna).
attori sconosciuti e bravi, merito di Larry Cohen, probabilmente.
buona visione, allora - Ismaele
Estamos ante una de las mejores películas de
terror de Larry Cohen y una de las más interesantes del género, con una
película intrincada y extravagante. Un detective de policía llamado Peter J.
Nicholas (Tony Lo Bianco) investiga unos casos de tiroteos y masacres en New
York por asesinos que dicen que Dios les ordenó matar, como gente imbuida en
una epifanía religiosa, cuando no eran antes personas proclives a la violencia.
Todo esto suena interesante de arranque pero la cosa irá creciendo, poniéndose
más alucinante…
…
Los actores, sobre todo el protagonista, juegan un papel muy importante, porque
se mezclan perfectamente con el entorno, se diluyen en la historia como pegotes
en una pintura. Gracias a ello, Cohen retrata también el clima social
de la ciudad de forma sutil pero muy convincente, con carga crítica, convirtiendo
la película en un testimonio de una época, una de esas que se sabe que no
se podrán repetir. Aparte de ese pulso moderno, hay mucha cinefilia, no sólo en
lo de Hitchcock, sino por ejemplo en un par de flashbacks que
reinventan la ci-fi de los años 50 con el "todo vale" de
los 70. Y también habla de la religión; aunque la usa para indicar algunas
cosas sobre el vacío de valores del mundo moderno, sobre todo usa su mitología
como herramienta en beneficio de la película, y la retuerce de tal manera que
consigue una atmósfera apocalíptica de "llegada del
anticristo" nunca vista, ¡partiendo además de Dios y no de Satán!
Aunque suene rancio: ya no se hacen películas así. Hay que verlo para creerlo,
y la última imagen es de las que revientan a uno por dentro. El cine de género
actual tiene algunos méritos, pero no la libertad de aquel entonces.
Messy
but thoughtful film that tries to mix religion, faith, alien abduction and a
Scanners-like plot-line where beings with superpowers are controlling others
and making them kill. The killers are convinced God made them do it and a
religious police investigator tries to put the strange pieces together.
Unfocused and flawed in many ways, but somewhat interesting.
… The film is loaded with all kinds of
subversive notions that have been buried by poor editing and mediocre
camerawork and an overblown FX rendition of special effects, nevertheless the
film’s unique qualities shines through its all too violent finale and its
demonic possession theme reaches out for loftier heights. I found it to be a
gem that could have been a masterpiece if it weren’t ruined by its muddled
efforts.
Lo Bianco is compelling as the
existential hero questioning himself, his values and his religion, and he does
it for the first time in a way that strips him bare and makes him vulnerable
and finally insane. It’s easy to identify him as one of those who takes
religion as a matter of blind faith and doesn’t question what he believes in
the same way he might question everyday events in his life.
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