un giorno viene prelevato per fare la controfigura, il sosia, insomma, e addio alla vita precedente.
la vita opprimente di quegli anni si respira tutto, e se qualcuno pensa a un film divertente lasci perdere.
ci sono sì spazi di comicità, ma in una cornice cupa.
Antonio Mercero, come sempre, è un regista bravissimo.
buona visione - Ismaele
…en la película de Mercero, el
entramado que se produce entre espiritismo, cine y fabricación del doble es
extraordinariamente sutil. Sin embargo, su mensaje de fondo es demoledor:
“España es un cuartel”, dice el Generalísimo, “haga lo que yo: no se meta en
política”. Sin voluntad propia, ni de ninguno, la realidad política del país es
una fantasmagoría. Los subyugados terminan por creer que lo negro es blanco, y
lo blanco negro, si así se les dice. “Qué cansado viene el Generalísimo, claro,
es que ha pescado un cachalote de mil kilos”, recita uno de sus sirvientes.
“Paulino, ayer, de tres reojadas, cacé más de tres mil perdices”, le confía el
dictador a su doble; la hipérbole, tan descarada, tiene que ser creída y
celebrada. La idea es siniestra, y más cuando los medios nos transmiten que hoy
este mismo tipo de autoengaño colectivo se produce igual en otra de las
dictaduras de la tierra: Corea del Norte. Y no lo hacen mal, porque en el
simulacro les va la vida.
En Espérame
en el cielo, la ilusión más penetrante, más risible, y a la vez
perturbadora, es la del propio Sinsoles, el “lanista” que entrena a Paulino:
negándose a admitir que la voz impostada del dictador es chillona, le dice a su
pobre víctima que el tono que buscan es “diamantino”. Y, una vez el oficial se
labra su propia desgracia, al ser incapaz de distinguir su propia obra del
dictador, irá gustoso a picar piedra al Valle de los Caídos: “¿y tú por qué
estás aquí?”, le pregunta otro preso (probablemente político), a lo que
Sinsoles responde, “¡por franquista!”. El papel es sin duda una de las mejores
aportaciones de José Sazatornil, “Saza”, que también en estas semanas pasadas
salía al paso de la eternidad.
En algún
momento, como un Narciso enamorado de su reflejo, Paulino comienza a “cogerle
gusto” a su personaje, y se prueba a sí mismo perdiéndose por los pasillos de
El Pardo, incluso confundiendo a Doña Carmen, cual atrevido héroe que se cuela
en la residencia de los dioses. La consecuencia es irremediable: Paulino-Franco
ya se han convertido en Jano bifronte, en un todo bicéfalo —como la imperial
águila—, en un tándem donde el doble termina verdaderamente por asimilar todas
las funciones del dictador. La película, en perfecta simetría, termina como empieza:
frente a una tumba. La simulación ha rebasado el nivel del recipiente: mientras
Franco reposa, goloso, en la soleada tumba que al comienzo del filme esperaba a
Paulino, el doble habita ahora el frío nicho destinado al dictador en el Valle
de los Caídos, donde se transforma, como cantado por Góngora, “en tierra, en
humo, en polvo, en sombra, en nada”.
…La
historia se centra en la vida de un tal Paulino Alonso un hombre llano del
pueblo pero que tiene un gran parecido fisico con Franco. Durante una juerga
privada es secuestrado por agentes del gobierno, con el fin de utilizarlo como
doble del dictador en sus apariciones públicas de alto riesgo, comienza asi un
"entrenamiento" en los gestos y modos de Franco, que Paulino termina
finalmente aprendiendo. Mientras tanto su mujer y amigos deciden contactar con
él por medio de sesiones de espiritísmo pero los resultados no son los
esperados. A Paulino es ya practicamente imposible de distinguir de Franco por
nadie. Pero no está conforme con su destino y piensa sublevarse, si bien
unicamente conseguirá un fugaz encuentro con su esposa, en el que acuerda
comunicarse con ella pellizcándose la oreja, gesto que ella podrá ver durante
las restramisiones del NO-DO. Y ya al final de la historia se descubrirá que
Paulino ha suplantado por completo al dictador, tanto que ha sido él y no
Franco el que está enterrado en el Valle de los Caidos (pero eso solamente lo
sabe su esposa)...
Muy entretenida y estimable película como digo. Una comedia de enredos
políticos con la posibilidad de que Franco utilizara un doble suyo en los actos
públicos en previsión de posibles atentados. En mi opinión creo que es de lo
mejorcito que Mercero ha hecho para la pantalla grande. Una película con unos
fragmentos y diálogos muy ocurrentes y memorables: "Paulino hazme caso y
fijate bien en mi, no te metas nunca en política". Una película pues muy
entretenida y estupendamente ambientada en esa opresiva atmosfera de la España
de la posguerra…
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