martedì 16 ottobre 2018

Esperame en el cielo - Antonio Mercero

Paolino ha la sfortuna di assomigliare un po' troppo al dittatore Francisco Franco.
un giorno viene prelevato per fare la controfigura, il sosia, insomma, e addio alla vita precedente.
la vita opprimente di quegli anni si respira tutto, e se qualcuno pensa a un film divertente lasci perdere.
ci sono sì spazi di comicità, ma in una cornice cupa.
Antonio Mercero, come sempre, è un regista bravissimo.
buona visione - Ismaele






…en la película de Mercero, el entramado que se produce entre espiritismo, cine y fabricación del doble es extraordinariamente sutil. Sin embargo, su mensaje de fondo es demoledor: “España es un cuartel”, dice el Generalísimo, “haga lo que yo: no se meta en política”. Sin voluntad propia, ni de ninguno, la realidad política del país es una fantasmagoría. Los subyugados terminan por creer que lo negro es blanco, y lo blanco negro, si así se les dice. “Qué cansado viene el Generalísimo, claro, es que ha pescado un cachalote de mil kilos”, recita uno de sus sirvientes. “Paulino, ayer, de tres reojadas, cacé más de tres mil perdices”, le confía el dictador a su doble; la hipérbole, tan descarada, tiene que ser creída y celebrada. La idea es siniestra, y más cuando los medios nos transmiten que hoy este mismo tipo de autoengaño colectivo se produce igual en otra de las dictaduras de la tierra: Corea del Norte. Y no lo hacen mal, porque en el simulacro les va la vida.

En Espérame en el cielo, la ilusión más penetrante, más risible, y a la vez perturbadora, es la del propio Sinsoles, el “lanista” que entrena a Paulino: negándose a admitir que la voz impostada del dictador es chillona, le dice a su pobre víctima que el tono que buscan es “diamantino”. Y, una vez el oficial se labra su propia desgracia, al ser incapaz de distinguir su propia obra del dictador, irá gustoso a picar piedra al Valle de los Caídos: “¿y tú por qué estás aquí?”, le pregunta otro preso (probablemente político), a lo que Sinsoles responde, “¡por franquista!”. El papel es sin duda una de las mejores aportaciones de José Sazatornil, “Saza”, que también en estas semanas pasadas salía al paso de la eternidad.

En algún momento, como un Narciso enamorado de su reflejo, Paulino comienza a “cogerle gusto” a su personaje, y se prueba a sí mismo perdiéndose por los pasillos de El Pardo, incluso confundiendo a Doña Carmen, cual atrevido héroe que se cuela en la residencia de los dioses. La consecuencia es irremediable: Paulino-Franco ya se han convertido en Jano bifronte, en un todo bicéfalo —como la imperial águila—, en un tándem donde el doble termina verdaderamente por asimilar todas las funciones del dictador. La película, en perfecta simetría, termina como empieza: frente a una tumba. La simulación ha rebasado el nivel del recipiente: mientras Franco reposa, goloso, en la soleada tumba que al comienzo del filme esperaba a Paulino, el doble habita ahora el frío nicho destinado al dictador en el Valle de los Caídos, donde se transforma, como cantado por Góngora, “en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada”.

…La historia se centra en la vida de un tal Paulino Alonso un hombre llano del pueblo pero que tiene un gran parecido fisico con Franco. Durante una juerga privada es secuestrado por agentes del gobierno, con el fin de utilizarlo como doble del dictador en sus apariciones públicas de alto riesgo, comienza asi un "entrenamiento" en los gestos y modos de Franco, que Paulino termina finalmente aprendiendo. Mientras tanto su mujer y amigos deciden contactar con él por medio de sesiones de espiritísmo pero los resultados no son los esperados. A Paulino es ya practicamente imposible de distinguir de Franco por nadie. Pero no está conforme con su destino y piensa sublevarse, si bien unicamente conseguirá un fugaz encuentro con su esposa, en el que acuerda comunicarse con ella pellizcándose la oreja, gesto que ella podrá ver durante las restramisiones del NO-DO. Y ya al final de la historia se descubrirá que Paulino ha suplantado por completo al dictador, tanto que ha sido él y no Franco el que está enterrado en el Valle de los Caidos (pero eso solamente lo sabe su esposa)...
  Muy entretenida y estimable película como digo. Una comedia de enredos políticos con la posibilidad de que Franco utilizara un doble suyo en los actos públicos en previsión de posibles atentados. En mi opinión creo que es de lo mejorcito que Mercero ha hecho para la pantalla grande. Una película con unos fragmentos y diálogos muy ocurrentes y memorables: "Paulino hazme caso y fijate bien en mi, no te metas nunca en política". Una película pues muy entretenida y estupendamente ambientada en esa opresiva atmosfera de la España de la posguerra…

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