un film completamente inaspettato, musicale e pieno di sangue, romantico e drammatico.
una storia piena di colpi di scena, impossibile da raccontare, per non togliere il gusto della sorpresa a chi guarderà il film, e per non semplificare la complessa sceneggiatura, dai mille dettagli.
molte lodi dalla critica, ma non dai messicani, si può leggere l'opinione di Jorge Volpi (qui)
i motivi sono comprensibili, gli attori non parlano lo spagnolo del Messico (noi che vediamo la versione italiana non ce ne rendiamo conto), la storia delle fosse comuni (delle vittime del narcotraffico) ricorda Madres paralelas, di Pedro Almodóvar, ma con minore intensità e approfondimento, d'altronde il film di Audiard tocca tanti temi, in due ore non si può approfondire, purtroppo.
a me è piaciuto molto, una sorpresa continua, fuochi d'artificio a ripetizione.
un film da non perdere, sicuro.
buona (sorprendente) visione - Ismaele
ps: alla fine, suonata da una banda musicale, riconoscerete una bellissima canzone.
…El viaje liberador que propone Audiard
para Emilia (una Karla Sofía Gascón que es todo autenticidad y naturalismo) es
puro músculo visual, una epopeya estética amparada bajo innumerables recursos
técnicos y de montaje que hacen del exceso su mejor virtud (y para sus
detractores seguramente su peor defecto). Porque a Emilia y a su causa (no solo
trans, también en defensa de la mujer y de las víctimas del narcotráfico) hay
que creerlas, como a esa adivinación o negación poética de la realidad que tan
bien encajó siempre con la historia mexicana y que tan bien trabajó Elena
Garro. Audiard y Emilia se muestran felices en este festival de coreografías y
artificios, de ternura y violencia, de vida y muerte… y de una creencia
profunda en el ser humano. Tanto, que están dispuestos a los mayores
sacrificios para redimir sus culpas. ¿El resultado? Insólitamente equilibrado,
estridente y de una emotividad a prueba de balas.
…Emilia Pérez è un film di odori che ricordano persone, di vite a metá, che possono iniziare e finire in un tempo indefinito, perché decidiamo noi come esistere. Audiard non ha paura di osare ingigantendo metafore, trama e caratterizzazione dei personaggi, il bene e il male ci arrivano in maniera indistinta, una corrente torrenziale di movimento, suoni, odori, di grandissimo male e grandissimo amore. C’è chi potrebbe riscontrare un rallentamento nella seconda parte della narrazione o potrebbe non andare oltre l’idea di una trama da soap opera, ma Emilia Pérez è così rischioso, personale, unico e pieno di vita che è impossibile non innamorarsene.
…Le critiche più pesanti sono probabilmente
quelle che riguardano l’evoluzione del personaggio di Emilia Pérez e quello che
succede dopo la sua transizione (che non approfondiremo per evitare spoiler).
Il giornalista messicano Luis Pablo Beauregard, che lavora negli Stati Uniti,
ha scritto sul País che «ciò che è veramente imperdonabile a un
regista come Audiard è la frivolezza con cui ritrae la crisi legata alla
violenza e alle persone scomparse in Messico», e che «in Emilia Pérez tutto è
superficiale». Lo stesso scrive anche Volpi: «alla fine, la redenzione di
Emilia Pérez si rivela falsa – e irrispettosa nei confronti dello spettatore –
quanto l’accento di Selena Gomez o la falsa determinazione di Audiard
nell’affrontare, senza la minima conoscenza o empatia, la dolorosa questione
degli scomparsi in Messico»…
…Il film ha comunque ricevuto anche critiche
positive da esperti di cinema e conoscitori del Messico. La regista e
sceneggiatrice messicana Issa Lopez (True Detective: Night Country) ha commentato entusiasticamente il film, dicendo
che Audiard ha fatto un lavoro «migliore di qualsiasi messicano nell’affrontare
questo tema in questo momento». E anche il regista messicano Guillermo del Toro
l’ha definito un bel film.
…Nella trama del
film viene portata in luce la reale e tristemente nota piaga dei desaparecidos in Messico,
seppure Audiard si
limiti, senza nessuna voglia di indagarne la tragica realtà, a proporre il tema
nella cornice di un musical e quindi opera di intrattenimento fra le più
popolari. Una piaga, dicevamo, legata soprattutto alla violenza dei cartelli
dei narcotrafficanti, che provoca un drammatico numero di vittime ogni anno in
tutto il paese latino-americano. Crimini questi, che rimangono purtroppo quasi
sempre impuniti, sia per la mancanza di prove, sia per la mancanza di serie e
adeguate indagini da parte delle autorità, troppo spesso pure corrotte e
complici delle bande criminali.
Come prima esperienza nel genere del musical possiamo dire che Audiard (firmatario anche della
sceneggiatura) è riuscito a creare un’opera di grande intrattenimento, ben
scritta, coesa e particolarmente ben curata nei minimi dettagli. Emilia Pérez riconferma doti ed
ambizioni di un regista che, alla continua ricerca del nuovo e del non ancora
sperimentato, non si accontenta di calpestare terreni conosciuti, ma si mette
in gioco e invita il vasto pubblico a farlo con lui.
…La película es una maravilla en todos los
aspectos, tanto en el visual como en el guion e interpretaciones, y es un
ejemplo más del talento de Audiard, que es el responsable de grandes películas
como “Un profeta” y el western “Los hermanos Sisters”.
En esta ocasión, nos cuenta una historia que se
desarrolla casi en su totalidad en México (salvo una pequeña parte en Suiza y
otros países europeos), hablada principalmente en español, y que es una mezcla
de géneros perfecta, ya que es un musical, pero también una historia dramática
con elementos de crítica social sobre un tema de actualidad como el cambio de
sexo. Tiene muchos momentos divertidos por la ironía de algunos personajes y
otros de thriller con secuestros y el narcotráfico como trasfondo…
…los
defectos que tiene Emilia Pérez son perfectamente percibidos ya en la primera
media hora de su interminable metraje, casi dos horas y cuarto que parecen
cuatro y sin intermedio y vamos a enumerarlos tratando de no cansar y de no dejar
ninguno en el tintero:
1.- La música es horripilante: no es que sea de un tipo que
dices: no me va, no me encaja, no me gusta. No. Es mala, espantosa, no tiene
ritmo, no tiene melodía. en menos de un año nadie será capaz de acordarse de
ella. Y los de Cannes van y la premian.
2.- Si la música es mala, ver que la canta alguna de las
protagonistas con un coro propio de tragedia griega entonando todos ellos,
personaje y coro, la canción como si quisiera Audiard despejar cualquier duda
de lo horrorosa que es la canción, es una situación que uno podría aceptar en
una función de aficionados, pero no en un musical de este siglo con tantos
ilustres antecedentes en los que los intérpretes además de actuar cantan muy
bien. ¿No les hicieron pruebas de canto a las protagonistas?¿No las vio y
escuchó después Audiard?¿Hubo amenazas que impidieron eliminar los números
musicales?
3.- Los bailes. De hecho, siguiendo la costumbre de las
últimas décadas, las coreografías están a años luz de lo que era capaz de
concebir Bob Fosse. Por momentos, detrás de la actriz en funciones de cantante
hay un grupo de jóvenes que parece están haciendo una clase de gimnasia casi
que grotesca pero comprensible su fealdad por basarse en una canción nefasta,
ofreciendo una impresión de novatada, de algo improvisado en un festejo regado
con calimocho.
4.- El guión y los diálogos parecen mantenidos para demostrar
que el enorme valor de Audiard de ofrecer una película hablada en español
(imagino que en Francia no la doblaron y la vieron toda ella con subtítulos y
que en los U.S.A. la van a doblar enterita para que los gringos que quieran
mostrarse como acérrimos wokes puedan verla y guardando el original para la
mayoría hispanohablante suponiendo que les interese, que es mucho suponer)
merece la pena de sentarse a seguir la trama, pero resulta que las ideas corren
por la pantalla como pollos sin cabeza y los diálogos, más paupérrimos que
interesantes, logran que una oportunidad de integrar algo tan de la época que
vivimos como es el cambio de sexo en una película de género se pierde en un
marasmo adocenado que no consigue que el espectador sienta interés en lo que le
están contando, de tan mal como lo hacen.
5.- Las actuaciones de las tres actrices protagonistas son
malas:por momentos resulta difícil entender lo que pronuncian (a los listillos
defensores del diablo que apunten a que su español es el corriente en México
les recordaré inmediatamente que al genial Cantinflas se le entiende siempre
requetebién) y además lo hacen con una falta de convicción alarmante:¿no les
han pagado por ese trabajo? Porque no lo sudan. Parece que no les interesa, con
unas actuaciones planas, uniformes. Una vez más, el jurado de Cannes les otorga
el premio a la interpretación y uno se pregunta qué está pasando en Francia.
6.- Una decepción comprobar como Jacques Audiard dirige este
engendro en el que lo único respetable de su función como máximo responsable es
el atrevimiento de usar un musical para una representación en la que los
intérpretes hablan en español y buena parte de la trama gira en torno al hecho
que una de las protagonistas es una mujer que nació como varón, circunstancia
que decide cambiar: los entresijos del guión por momentos parecen interesantes
aunque con algún que otro agujero y luego, conforme avanza el pesado metraje,
la trama declina imparable sin que Audiard haga nada por remediarlo: se le va
de las manos y lo que podría ser una innovación más que un experimento queda en
agua de borrajas.
De lo que sí es ejemplo esta película es de la inmensa
capacidad de las industrias multimedia de orquestar campañas de publicidad
engañosa y de la degeneración de la crítica cinematográfica que se ha
convertido en servil instrumento dotado de linda palabrería encaminada a
convencer mediante el engaño a un público que ya no puede confiar en
profesionales que presumiblemente se dejan influenciar por esas industrias,
olvidando que se deben a sus lectores, que en justa correspondencia, cada vez
son menos. Luego se quejan.
Ya saben a qué atenerse.
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