mercoledì 24 giugno 2020

Temporada de patos - Fernando Eimbcke

quattro personaggi che hanno trovato un autore, con una bella storia e un bravo regista.
Moko e Flama sono fue amici lasciati soli in casa, Ulises è il portapizze e Rita la ragazzina dell'appartamento vicino che si introduce per preparare una torta.
e da un'ostilità per niente nascosta nasce un incontro.
non perdetevi questo gioiellino di film - Ismaele




Esta película es la prueba de que lo único que hace falta en el cine es tener una buena idea y saber contarla con un presupuesto que se ajuste a las necesidades de la narración. Temporada de patos es una película de cuatro personajes: dos amigos enfrentados a una larga y aburrida tarde de domingo en un horrible apartamento de clase media; una vecina con problemas de soledad, y el repartidor de pizza que querría ser otra cosa. Se encuentran encerrados con un solo juguete, ellos mismos, en esa surrealista tarde de domingo filmada en blanco y negro y planos fijos…

Una comedia de esas que dejan un regusto amargo a la larga. Risas y después lágrimas (o tristeza o melancolía). Y qué peor que un domingo por la tarde para padecer esos sentimientos. Pocos momentos tan factibles de acabar en suicidio. Unos adolescentes se verán dueños de un departamento a raíz de la salida de la madre de uno de ellos. Una tarde que se presenta libre de mandatos, llena de videojuegos y de la práctica de la nada sin reclamos se verá modificada por dos presencias: una vecina que pretende cocinar una torta para festejar su propio cumpleaños, y el muchacho del reparto de pizza que pretende cobrar –ante la negativa de los chicos– aduciendo que ha llegado a tiempo con el pedido. Como una obra de teatro que respeta tiempo y espacio, todo sucederá en esas horas y en ese ámbito cerrado. Una película del Nuevo Cine Argentino... pero mexicana. Drogas, besos, juegos sexuales, toma de decisiones. Humor absurdo pero que fluye naturalmente. Un cuadro filmado en blanco y negro que habla de migraciones, cambios y solidaridades. Y divide aguas: o te cae simpática (como a mí) o la odiás sin remedio. Quizá le falten algunos ajustes pero resulta fresca, amena y, en su liviandad, meritoriamente, se despega de vanas pretensiones sin volverse light.

Temporada de patos -dirección y guión- es una película clásica, en el sentido de normal: tiene mucho apoyo en los diálogos, en lo que se cuentan ellos, en lo que les sucede, aunque suceso y diálogo sean del género mínimo cotidiano. Hay también algún juego de imagen, expresiva por sí misma. Y desde luego hay un ágil tratamiento del espacio -limitado-, lleno de inventiva en los cambios y en los encuadres. Pero sobre toda esa indudable variedad -a veces sorprende-, lo que pesa es la presentación valiosa de estas cuatro vidas, o de sus situaciones vitales sólo temporales.
Hay poesía verdadera, es decir, lenguaje no racionalizado. Y eso arrastra la sugerencia, la hondura en la mirada a las personas, y hay ternura, la buena, la que surge de una fuente honda de amor.

Yes, some of the dialogue is funny. One or two developments are a surprise. But not real funny, and not a big surprise. When the dispute with the pizza man comes up, it's not so much about the money, more about their gratitude for something to argue about. The title of the movie comes from a painting hanging on the wall of the apartment, the kind of painting that nobody ever buys but that walls seem to acquire. It shows ducks in flight.
Perhaps the migration of the ducks foretells the lives of these four young people who are about to take flight. Whither, midst falling dew, while glow the heavens with the last steps of day, far, through their rosy depths, will they pursue their solitary ways? Sister Rosanne promised us if we memorized a poem we would use it someday. It looks like she was right.

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