mercoledì 26 settembre 2018

Nick Carter, quel pazzo detective americano (Adéla jeste nevecerela) - Oldrich Lipský

una storia slapstick ambientata a Praga.
la contessa Thin deve risolvere un mistero, e chi sceglie è Nick Carter, che farà coppia con il commissario Ledvina, che lo guiderà nelle birrerie di Praga.
è un film d'avventura, veloce, con improvvise accelerazioni, fino alla scoperta di Adele, una protagonista del film.
divertente quanto basta e anche di più.
da sottolineare l'intervento straordinario, come sempre.  di Jan Švankmajer.
buona visione - Ismaele




QUI il film completo, in spagnolo



Ajoutant à cela une réelle dimension fantastique (la plante maléfique, l’utilisation de machines excentriques rétro-futuristes), le cinéaste se rapproche à de nombreuses reprises des créations dingos de Terry Gilliam, à tel point qu’on est en droit de se demander si les deux artistes ne se sont pas fortement influencés. Dans tous les cas, ce divertissement foisonnant devrait ravir les cinéphiles nostalgiques de l’époque du muet, tout en séduisant un public contemporain aimant côtoyer des univers déglingués, finalement très proches - dans l’esprit - de la bande-dessinée. Signalons enfin l’excellente tenue de l’interprétation par des acteurs rompus à l’exercice et que le réalisateur retrouvera quelques années plus tard pour Le château des Carpathes, autre parodie-hommage, cette fois dédiée au cinéma gothique.

El disparatado desarrollo de esta gamberrada multirreferencial, más propio de una fantasía animada de Hannah Barbera que de una película, lleva a nuestro protagonista a enfrentarse contra un malvado de tebeo, a sobrevolar la noche de Praga cual héroe enmascarado o a perseguir un globo montado en una bici voladora, mientras sale ileso de todo tipo de peligros gracias a diferentes artefactos steampunks, entre los que destacan un gorrocóptero y un rifle solar. Dichos gadgets fueron diseñados por Jan Švankmajer, un peculiar artista checo aclamado por cineastas como Tim Burton o Terry Gilliam.
Aunque menos aparatosa en recursos narrativos que otras películas de Lipský, la cinta cuenta con algunos momentos brillantes, como el corto animado con el origen del villano, la acrobática persecución, un último tercio a lo Scooby Doo o el doble final feliz. Adela, la planta carnívora a la que se le abre el apetito escuchando a Mozart, le debe mucho a Audrey II, la golosa planta parlanchina de La pequeña tienda de los horrores (1960), el clásico de culto de Roger Corman. Es muy significativo que ambas producciones acabaran siendo adaptadas al teatro como comedia musical, la una en Praga y la otra en Broadway.
Como apunte final, señalar que pese a una puesta en escena algo rudimentaria, Oldrich Lipský logra una desmadrada parodia de las novelas de detectives sirviéndose del tono ingenuo y vivaz que caracteriza a la Nueva Ola Checoslovaca, movimiento que ya empezaba a agotar su fórmula a finales de los 70's.

Si las plantas lloraran
no urgirían ser regadas.
Aquí echan lagrimones
por un malo de cojones.
James Moriarty es personaje baladí
pues no porta bigote a lo Dalí.
El detective famoso
es flipado y vanidoso.
Es de Nick Carter el detective
la última aparición en el cine.
Aquí la pantera rosa
hurtaría cualquier cosa.
Hacen turismo de bares
para conocer las costumbres locales.
Entre el delirio y lo pulp
sale un producto muy cool.
La planta tiene saliva
y eso es algo que no se olvida.
Un montaje extraordinario
del que no se ve a diario.
Con interesantes animaciones
y una planta que come ratones.
Un producto checo
que te dejará seco.
Música al principio y música al final.
¿Se creerán que soy planta y no animal?

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