martedì 18 settembre 2018

El traje – Alberto Rodriguez

primo film da solo di Alberto Rodriguez.
una piccola storia di inganni, un vestito e tante belle scene.
raccontato come farebbe un bravo critico sembrerebbe un film come tanti.
in realtà è un film che riesce a emozionare, a incuriosire chi lo guarda, a non far restare indifferenti.
il regista è uno bravo, e si vede.
buona visione, non ve ne pentirete - Ismaele



Manteniéndose en los márgenes de la comedia, aunque partiendo de una propuesta de clara denuncia social, Alberto Rodríguez presenta la historia del africano Patricio (Eugenio José Roca), alguien convencido de su honestidad que trabaja como “chico para todo” en una ciudad hostil a la inmigración y las diferencias: “Un negro es una cosa extraña en Sevilla -afirma Rodríguez-, y como planteamiento me sedujo la idea de presentar a un africano bien vestido buscándose la vida en las calles de la ciudad. De este modo, más que una denuncia al racismo, la película es una denuncia al clasismo”.

Ataviado con un magnífico traje y una corbata elegante, el trato que recibe el inmigrante en los comercios pasa del recelo a la exquisitez, aunque todo cambia cuando conoce al timador Pan con Queso (Manuel Morón), quien le roba todo su dinero en un albergue. A partir de entonces, lo que era una película de raigambre social, deriva en una historia sobre el poder de la amistad. “La idea era unir a dos personas sin remite, que no figuran legalmente en ninguna parte, sin derechos, y que sobreviven pícaramente en una ciudad que les es totalmente ajena”. Determinados a aprovechar el poder de las apariencias, Patricio y Pan con Queso hacen uso de la nueva imagen del inmigrante (quien no cuelga el traje en todo la película, porque además no tiene otra cosa que ponerse) para aplicar el timo de los billetes falsos.

Contraste de culturas
“A pesar de las dificultades que atraviesan los personajes para ganarse el pan, dramatizar los hechos hubiera sido imposible, porque tendría que haberle dado a la historia un tono costumbrista. Con el poder de la comedia, me puedo permitir muchos más lujos a la hora de poner el dedo en la llaga”, sostiene el realizador. El joven director añade que con El traje ha querido mostrar el contraste de culturas, el abismo que separa a un personaje de otro y que, sin embargo, sólo la amistad son capaces de eliminar: “Lo primero que distingue a un africano de un europeo es su visión de la vida, es diez veces más fresca, está preparada para todo. La cultura envejecida de Europa, que hace que nuestros pensamientos pesen como losas, aún no posee esa cualidad. Y no hablo de ignorancia, sino de filosofía de vida”.
 

Dirigida solo por uno, pero escrita por los dos cineastas que realizaron El factor Pilgrim, "El traje" está protagonizada por un inmigrante que se busca la vida y todo eso, pero nada tiene que ver con las películas sociales sobre la inmigración. O lo tiene que ver todo, según se mire. Con un relato hecho de pequeños detalles, diálogos chispeantes y un gusto por las paradojas de la vida, Rodríguez sigue a un africano en Sevilla, cuya vida cambia al recibir como regalo un traje por haber ayudado a un conductor a cambiar una rueda. Siguiendo al protagonista de un albergue a un palacio en ruinas, de una amistad imposible a un amor improbable, construye una historia llena de frescura, diálogos chispeantes y divertidas situaciones cotidianas al borde del absurdo que van dejando pequeñas pistas, siempre desde un punto de vista esquinado, nada dogmático, sobre las apariencias sociales, la mentira, la falsa solidaridad y el engaño pero dejando siempre un hueco para la amistad o el cariño soterrado.>>Para quienes quieran otra lectura de la inmigración. Lo mejor: el feeling entre Eugenio José Roca y M. Morón. Lo peor: algunos tiempos muertos.

Jimmy Roca da vida de forma excelente al protagonista de "El traje" y Manuel Morón hace lo propio interpretando a su compañero de fatigas. Hay una muy buena química entre ambos, que recorren una Sevilla en la que grandes y lujosos edificios se encaran con solares y casas ruinosas donde viven desamparados totales. Alberto Rodríguez olvida el collage de influencias de "El Factor Pilgrim" y se centra en narrar una historia cien por cien realista, desgarradora, triste, de sueños rotos y de denuncia de un mundo desarrollado que se presenta como la tierra de las oportunidades para muchos inmigrantes y que no es más que una farsa donde reinan el clasismo, la hipocresía y la desigualdad (entre autóctonos, entre autóctonos e inmigrantes y entre los propios inmigrantes). Excelente película es "El traje", la puerta de futuras maravillas del cine social patrio que este director crearía en el futuro como "Siete vírgenes" o las geniales "Grupo 7" y "La isla mínima".

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