sabato 22 ottobre 2016

The Lesson - Scuola di vita (Urok) - Kristina Grozeva, Petar Valchanov

inizia in classe e finisce in classe, in mezzo succedono cose terribili, in Bulgaria.
Nadhzeda è una professoressa d'inglese in una scuola di un paesetto di campagna e deve combattere per insegnare l'inglese (e altre cosette come l'onestà ai suoi giovani studenti, e studentesse).
i casi della vita, un marito non proprio perfetto, il capitalismo rampante, bancomat asciutti, strozzini di merda, come dappertutto, trasformano un film normale in un pericolosa discesa verso l'abisso, quasi in  un film dell'orrore, con sorpresa finale.
la protagonista, Margita Gosheva, è bravissima.
nessuno si pentirà di averlo visto, promesso - Ismaele





…“La lección” posee una estructura argumental y un ritmo magistrales. El orden de los acontecimientos está minuciosamente articulado. La primera escena expone la moral social de la protagonista en su máxima expresión: han robado la cartera de una alumna suya y trata de averiguar quién ha sido el ladrón. Esa pequeña historia, que abre y cierra la película, sirve para trazar la evolución del personaje principal y al mismo tiempo para darle un sentido completo a “La lección”. La trama principal consiste en la búsqueda de dinero para poder pagar las deudas con el banco; de lo contrario perderá su casa, donde vive con su marido y su hija. Esa búsqueda se convierte en frenética ya que Nadhzeda tiene que encontrar, prácticamente céntimo a céntimo y en un corto periodo de tiempo (tres días) , la cifra que le librará de la subasta de su casa. Hay un momento de la película donde la angustia que siente el personaje se transmite a las mil maravillas al espectador, debido a las barreras que tiene que ir sorteando el personaje y también, en mayor medida, a la impotencia y a la desesperación que produce su firme rigidez moral…

La lección es un drama social que se desarrolla a contrarreloj, siguiendo el esquema narrativo y el ritmo de thriller, de películas como La mujer del chatarrero, La muerte del señor Lazarescu, Dos días, una noche, o de la también moderna y fundacional Cleo de 5 a 7 (Agnès Varda, 1962), y en la que el estilo se adapta a la transpiración de Nade a través de la cámara al hombro, los planos cortos y un enfoque selectivo que aísla al personaje del entorno, y también al espectador, y que luce especialmente en los planos que se desarrollan dentro de la escuela, toda vez que en el exterior predomina esa atmósfera de colores fríos e iluminación difusa pergeñada por el director de foto Krum Rodríguez (DoP de Viktoria, otra de las películas representativas del nuevo cine búlgaro).
Aunque rehúye del psicologismo y apuesta más por la fisicidad, no es La lección una película autista en lo circunstancial. En la peripecia de Nade por salvaguardar la precaria morada en la que habitan ella y su familia late una profunda crítica a la política neoliberal, a esa Europa de dos velocidades en la que se impone la sobreexplotación, el pluriempleo, lo especulativo y la corrupción. Personajes como el del evasivo editor, el lujurioso y acomodado padre o el del usurero y extorsionista dan fe de ello. Con hallazgos sorprendentes y algún que otro giro precipitado también, el guión sigue a Nade en su atribulado descenso a las cloacas morales de ese universo familiar y social. Más que la supervivencia de su núcleo más próximo, entra en juego su orgullo y honestidad, por la misma razón que Nade se niega a dar su brazo a torcer hasta descubrir al ladrón de la clase, y poderle dar así una lección…

. Es una cinta severa que busca incomodar al público, sin edulcorar la aflicción ni la ternura de una madre que intenta salvar a su hija de la miseria. No es cine para el esparcimiento (aunque hay una tensión y una intriga nada desdeñables); pero tampoco es el de la desventura gratuita. Sin duda, una oportunidad de oro para acercarse al (castigado) cine de la sombría vertiente levantina del viejo continente en general y al búlgaro en particular, que desde 2010 ha visto reducido el apoyo del gobierno a siete largometrajes por ejercicio.

…Se a tratti il modello sembra essere un “cinéma vérité” alla maniera dei fratelli Dardenne, l’applicazione di simili schemi concede troppo all’ulteriore drammatizzazione di un quadro già piuttosto problematico, poco all’esplorazione più coerente dei meccanismi che hanno creato tale problema. Intendiamoci, la ricerca disperata di quel denaro che per Nadežda, la protagonista, vuol dire esattamente questo, risolvere i problemi con la banca e salvare la propria casa, possiede di suo una suspance che tiene sulle corde lo spettatore fino alla fine. Ma questo bonus emozionale viene giocato in malo modo. Contrariamente ai personaggi di certo cinema francese politicamente impegnato (mettiamoci pure l’eccelso Guédiguian, a questo punto), la nostra Nadežda non appare del tutto con le spalle al muro. Il suo rifiutare un aiuto economico da figure che la potrebbero sostenere, ma che lei critica sul piano della condotta personale, morale (essenzialmente il padre, messosi con una donna molto più giovane), falsa e non di poco il discorso, lasciando che certi dialoghi famigliari scadano al livello di un’insulsa sit-com. Davvero un peccato. Perché procedendo in questo modo il film mantiene viva una certa curiosità per l’esito finale della vicenda, ma riduce notevolmente il livello dell’empatia, nei confronti di una protagonista le cui decisioni da un certo punto in poi possono apparire eccessivamente brusche, nonché evitabili e in fin dei conti poco motivate.

Nessun commento:

Posta un commento