martedì 24 settembre 2019

Memoria del saqueo – Fernando Solanas

il film racconta la storia di un periodo tragico della storia argentina, che non finisce mai, purtroppo (vedi qui).
è l'occasione per vedere quello che può succedere da un anno all'altro, quando i padroni del mondo decidono di agire, o di non agire (come la Grecia insegna).
tutta l'economia passa di mano, il paese viene espropriato, con l'aiuto determinante (o forse neanche determinante) dei servi al governo, che tradiscono i cittadini.
bambini che muoiono di fame, miseria crescente, picchiati e sparati dalla polizia, sia quella a cavallo, che quella negli squadroni degli aguzzini.
Solanas racconta la resistenza delle Madres de Plaza de Mayo, dei cittadini de "El pueblo no se va", delle sinfonie di pentole e casseruole.
un film da non perdere, per capire il passato, il presente e il futuro.
buona visione - Ismaele



QUI il film completo, in spagnolo


"Fernando Solanas, tornato in patria dopo l'esilio parigino costretto dall' 'Ora dei forni', sta finendo una trilogia sui peggiori anni della vita in Argentina; ma da noi, mossa geniale, è uscito prima la 'Dignità degli ultimi', mentre questo era l'incipit di un orrore sociale senza uguali. La storia politica fino al crollo di De La Rua è narrata dall'autore in una docu-fiction di massa con grande pathos e corredata da spaventose cifre: tassi di credito al 50%, 80.000 alle ferrovie senza lavoro, 130 milioni di dollari di debito pubblico, quindi strapotere degli americani, del dollaro, dell'ideologia liberista che svende l'industria locale. Il film lotta con memoria pedagogica contro l'oblio, accelera questioni non solo argentine, osservando un mostruoso diario d'eventi dal 1989 in poi, anni colpiti al cuore dalla peggior globalizzazione. Cry, cry for me Argentina." (Maurizio Porro, 'Corriere della Sera', 23 giugno 2006)

È un resoconto preziosissimo questo di Solanas – come del resto lo era L'ora dei forni realizzato nel 1968 assieme a Octavio Genino che in qualche modo aveva profetizzato quella povertà che poi ha colpito il paese – sdegnato ma mai retorico. Del resto il documentario è proprio il genere dove il cinema di Solanas ha quell'efficacia e quella forza che invece tende a disperdere in quella struttura grottesco-poetica dei film di finzione, come per esempio in La nube (1998). E di questo documentario restano soprattutto momenti di dolore 'privato' come quello del funerale di un bambino o l'immagine di un neonato denutrito. La macchina da presa attraversa i luoghi ma va soprattutto sui volti delle vittime, con una complicità totalmente autentica.

"Memoria del saqueo" se configura así como el complemento imprescindible de todas esas películas argentinas que, de una forma u otra, nos han ido familiarizando con los estragos de la crisis, con el tristemente famoso "corralito", y con el progre-sivo empobrecimiento y la práctica desaparición como tal de lo que antes podía considerarse una clase media. Su capacidad de con-moción reside además en que, por mucho que uno se considere medianamente bien informado sobre las causas que llevaron a las revueltas de diciembre del 2001, la película ofrece multitud de datos y hechos desconocidos para el espectador europeo, tantos que uno no puede sino preguntarse sorprendido cómo pueden las insti-tuciones de aquel país haber sobrevivido al descrédito y al abismo abierto entre ellas y el pueblo a lo largo de los últimos años de de-mocracia. Solanas pone el acento en lo que verdaderamente resul-ta inquietante: cómo puede gestarse ese proceso desde la legali-dad democrática. Es terrorífico asistir a la forma en la que Menem consiguió que el poder legislativo delegara sus atribuciones en el poder ejecutivo, que tuvo así las manos libres para poder aplicar una política de privatizaciones masivas que se tradujeron en el ex-polio del patrimonio del país, con la bendición, faltaría más, de los organismos internacionales, que además festejaron aquello como "El Milagro Argentino" del que tanto se ufanaban sus dirigentes. Que una figura tan siniestra como Menem, señalado como inequí-voco responsable de muchos de los hechos que se narran en el film, ande hoy en día postulándose como senador, con el nada disi-mulado propósito de conseguir cierto tipo de inmunidad parlamenta-ria, en lugar de estar entre rejas no deja de ser un dato tan signifi-cativo como alarmante.
  Con todo, hay que reconocer, dejan-do aparte esas inevitables acusacio-nes de demagogia y partidismo por parte de aquellos a los que la verdad siempre escuece, acusaciones que se desmontan con la simple enumera-ción de los incontestables hechos ob-jetivos, el enorme mérito que tiene sa-lir airoso en ese empeño que Solanas denomina "inventar el film como he-cho cinematográfico", o sea, convertir más de cien horas de grabación de un material heterogéneo y casi inacaba-ble en dos horas plenas de ritmo, presentadas de una forma tan comprensible como inteligente gracias a un magnífico traba-jo de montaje capaz de condensar ese enorme torrente de información en una película que, como dice acertadamente Ta-vernier, emociona e indigna a partes iguales mientras petrifica en la butaca al espectador, al que no le queda más remedio que seguir atónito este análisis preciso y lúcido de los motivos por los que un país de la envergadura de Argentina ha logrado convertirse en uno de los más pobres del planeta. Solanas ha inventado el término "Mafiocracia" para definir esa manera en la que la estructura demo-crática de un país se retuerce y se corrompe hasta más allá de lo legítimo (que no de lo legal) con tal de que la clase dirigente consi-ga sus objetivos de enriquecerse y agrandar el abismo existente entre el pueblo y sus representantes políticos. En frío, puede pare-cer exagerado. Acepten el reto de ver este imprescindible film y for-marse su propio criterio al respecto.

 

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