lunedì 11 maggio 2015

Cenizas del paraiso – Marcelo Piñeyro

è un peccato che i film di Marcelo Piñeyro da noi non arrivino, è il quarto suo film che vedo (dopo "El metodo", "Plata quemada"e "Kamchatka") e al cinema avrebbero tutti fatto una bella figura.
questo ha qualcosa in comune con "Il segreto dei suoi occhi", omicidi,  un giudice donna (Cecilia Roth) e il palazzo di giustizia, gli attori sono molto bravi e la storia non annoia mai.
trama intricata che slega i suoi nodi piano piano, se lo trovate (e però cercatelo) non delude, promesso - Ismaele





Cenizas del Paraíso es un trabajo agrio, que deja con un gusto amargo al espectador. Si aquí alguna vez hubo justicia, solo cenizas quedan del paraíso, plantea la película. Que empieza con sangre de inocentes por doquier y comienza a cerrarse cuando una jueza asfixiada por la presión del poder admite que aunque imponga justicia eso nada tendrá que ver con la Justicia. El Ministro ha llamado poco antes para decirle lo que debe hacer con su investigación y afuera una ciudad como la que retrató Luis Puenzo en La Peste circunda el Palacio de Justicia, que parece en ruinas y en cuyo interior ocurrió uno de los asesinatos.
El clima del film, que en sus anécdotas parece abrevar por momentos en algunas ideas del cuento La intrusa de Borges, es sombrío, amenazador. Los misterios que plantea –quienes mataron a esos inocentes – son menores que las certezas que deja picando: hay criminales vips y en este estado de corrupción es imposible tocarlos. Ni siquiera se llega a los autores materiales. No hace falta mencionar nombres: en el fondo la historia es tan vieja y previsible como una tragedia griega. Sólo que sigue conmoviendo o indignando, o dejando el paladar con gusto a fósforo, como la historia de Edipo. A indignarse y conmoverse en la Grecia antigua le llamaban catarsis.

Cenizas del Paraíso es un prodigioso relato que se introduce de manera admirable no solamente en los asuntos legales de un proceso penal en la etapa de instrucción sino en la psiquis misma de sus personajes.
No se trata de un acierto casual ni gratuito. Piñeyro es un director clave en estos momentos para la cinematografía de su país debido al éxito alcanzado por sus películas anteriores.
En Cenizas del Paraíso alcanza una narración brillante, en donde el espectador recibe información fragmentada que poco a poco llega a completarse. No es lo que sucede en la pantalla, en donde el universo de sus personajes se resquebraja de tal manera que ninguno de ellos sabrá realmente qué ocurrió y, sobre todo, qué fue lo que realmente motivó a que los demás actuaran en una forma determinada…

…A través de una fábula sórdida, policíaca en buena medida, criminal y hampona, con sus gotas de sexo, Piñeyro va desgranando una compleja historia familiar, que desde el primer momento cunde en el ánimo del respetable. Así, por su contenido estilo visual y los postulados que defiende, Cenizas del Paraíso es una producción cuyo mayor acierto procede de su autenticidad, no traicionada por simulacros ni virtuosismos. Una película tensa, apasionante, de apariencias alternativamente rutilantes y opacas bajo las que late, como cimientos roedores, la amenaza de la catástrofe.
Basada en un principio detectivesco de juego lateral capaz de agradar a los amantes del cine policíaco y a los del cine de denuncia, la película reconstruye con singular acierto una intriga en la que cada personaje se relaciona con el inmediatamente anterior hasta formar una circunferencia perfecta. Filme redondo, pues, donde la colocación de cada pieza responde a la lógica implacable de un inventor que desconfía de las teorías y se entusiasma con las paradojas…

…Resulta, en fin, que no hay camino que seguir en esta película. En todos encontramos una puerta cerrada que no lleva a otra sala de la casa. Por mucho que el juez repita lo de las casualidades, el espectador deja de creer en ellas, sobre todo en esta, y tiene la sensación de estar frente a retazos de otras historias que habrían funcionado mejor si hubieran sido tratadas por separado.
Que, a pesar de todo, la película pueda mantenerse en pie, se debe al trabajo de los actores y a la fotografía. Escenas preciosas aunque algo cargadas como la muerte del caballo o el ascensor que baja con los tres hermanos al final.

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