martedì 26 maggio 2015

Kad svane dan (When Day Breaks) - Goran Paskaljevic

il film candidato per la Serbia all’Oscar come miglior film straniero (senza arrivare alla cinquina finale) e scritto anche da Filip David (qui) è davvero bello.
non racconto la storia, ma dentro ci sono ebrei, rom, la guerra jugoslava terribile degli anni ’90, passato presente e futuro, e il Profesor Misa Brankov (interpretato dallo straordinario Mustafá Nadarevic).
il professore, con pochi mezzi, dà lezioni gratis a dei ragazzini che non possono permetterselo, per capire il tipo, poi riceve una notizia incredibile e da lì parte il film.
al cinema avrebbe fatto una gran figura, ma pochi film arrivano in sala, dalla periferia dell’impero, ancora meno sono quelli che arrivano fuori dall’impero, ma cercatelo, non ve ne pentirete - Ismaele






Al nacer el día representa los males de la Europa meridional. Naciones divididas, cuyo capital cultural perece al intentar equiparse al lustroso progreso del Norte; dónde matar al vecino a palos no ha valido ni valdrá. Porque entre tanto civismo impostado se esconde un profundo sentimiento de desprecio a lo diferente. Marcado por el estatus económico, ideológico o espiritual. No hay lugar para la piedad. Sólo para el presente. El presente eterno. Paskaljević concentra todos sus esfuerzos en hacernos sentir las dos caras de la moneda. Poco importa ese envoltorio rugoso y precipitado. La verdad en 90 minutos. El cine como un apócrifo libro de Historia Contemporánea…

…El estilo del film podía calificarse de lírico en clima dramático, al tocar con tiento y elegancia una realidad horrenda. La elección del protagonista, Mustafá Nadarevic, es acertadísima, como las de los deuterogonistas del drama, cuyo lirismo no se eclipsa y al que colaboran la finura del guión y sus personajes femeninos. El horror brilla por su ausencia. De brutalidad formal, ni un solo plano. El ambiente es de honradez, ternura y reconciliación. La anagnórisis dramática, ejemplar entre gitanos y judíos, compañeros en la etapa martirial histórica. Acertada la recreación de la memoria y el recuerdo, de la nostalgia y del amor familiar. Ante semejante enfoque y realización, ciertos defectos como lentitud de algunas secuencias, pasan en nuestra opinión a un segundo término, desplazados por la creatividad y gran humanismo de un argumento original siempre al borde de la crueldad, pero no rebasando sus fronteras, empapado de humanidad y manteniendo temple, acierto y equilibrio que pide un tema fronterizo, dramático e inestable para hacerlo verosímil a la credibilidad humana…

Centrándonos en otros aspectos más allá de la historia o del mensaje transmitido, la última película de Paskaljevic adolece de ritmo lento, lastrado con los fundidos en negro para las transiciones entre escenas. Este “defecto” ya lo pudimos observar en la otra película que, hasta ahora, hemos visto de Paskaljevic, Sueño de una noche de invierno. Aunque bastante menos críptica que la mencionada -la cual contenía una metáfora crítica hacia una sociedad serbia a la deriva, en la que sobrevuelan los fantasmas del pasado-, Al nacer el día se nutre también del pasado reciente serbio sólo que, en vez de tan sólo denunciar la ceguera de un país retrasado, se opta por homenajear a las víctimas del holocausto para que su drama no caiga en el olvido. Un film que pretende ser emocional y emocionante, en el cual destacan los intensos primeros planos de su actor protagonista cuando revive (o más bien reinventa) recuerdos así como su aspecto de erial paisajístico, pero falla en su pesada narración.

Su ritmo pausado y su énfasis en los silencios pueden hacer mella en determinado sector del público y por ello es bueno ir con un sobre aviso. “Al nacer el día” es una de esas historias que o entras o te quedas fuera. Pese a ello, su sinceridad y buenas interpretaciones pueden ser dos motivos para ir a verla.

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