lunedì 5 settembre 2016

No habrà ni pena ni olvido (Piccola sporca guerra) - Héctor Olivera

tratto da un romanzo di Osvaldo Soriano, che dà il titolo alla pellicola (si dimentichi il titolo italiano) il film segue quello che accade in alcune ore nel piccolo comune di Colonia Vela, col sindaco Fuentes (Federico Luppi), peronista di sinistra (quelli che staranno nei vari garage Olimpo e sugli elicotteri sull'oceano), che non si arrende alla prepotenza dei peronisti di destra (che poi sosterranno la dittatura).
è strano per noi che entrambi i gruppi, che si ammazzano senza pietà, gridino entrambi "VivPerón", ma così va il mondo.
ottimi attori, in una giornata di ordinaria follia, preparazione al regime dei colonnelli.
non sarà perfetto, ma è un gran film - Ismaele



QUI il film completo, in spagnolo



Quizás lo más brillante del film sea la interpretación, excelente casi siempre, y algunos logradísimos “gags”, de neta y genuina inspiración populista, al igual que el trazado de ciertos personajes secundarios como el milico/cabo/sargento García. Aún siendo irregular como obra cinematográfica, No habrá más pena ni olvido es film destacado, que merece respeto. Es cine “comprometido” al fin y a la postre, y aun “rebajado” por la presencia del humor en su habitual “trascendencia”, acaba por incurrir en sus virtudes y defectos, los del cine de denuncia y tesis.

Hay quienes sostienen, como el teórico de la historia y el cine Siegfried Kracauer, que el cine es el cristal donde se refleja la nación. Para otros, una película es un texto, una producción de sentido en la que confluyen textos anteriores y otros contemporáneos; así, pues, el cine construye representaciones del pasado, memorias colectivas, apela a las emociones y afirma identidades, por lo que resulta un espacio de reflexión y debate acerca de los procesos políticos, sociales, económicos y culturales.
Rosenstone (1997) sostiene que los filmes elaboran versiones del pasado, le otorgan significado a ese pasado y disputan la estructura de significación de los hechos. De acuerdo con estas versiones, el autor propone tres agrupamientos: “historia como drama, como documento y como experimentación” (Rosenstone, 1997, p.47). No habrá más penas ni olvido (1983) pertenece al primer grupo, en esta película el pasado se presenta como drama por medio de la narración clásica con un principio, un desarrollo y un final. En este tipo de filmes se personaliza y dramatiza, se muestra al individuo frente al proceso social y se recrea la apariencia del pasado (mito de realismo). El tema, el argumento y los personajes cumplen una función conjuntamente con los valores que se representan, tienen un mensaje moral. En este sentido, se puede identificar el tema, es decir, el asunto que le interesa tratar al autor, lo que posibilita resumir el argumento y desentrañar el conflicto motor. Los personajes son los encargados de llevar adelante la trama. Protagonista, antagonista y personajes secundarios son los encargados de desencadenar la acción.
La película No habrá más penas ni olvido fue dirigida por Héctor Olivera en 1983, se realizó sobre la base de la novela homónima de Osvaldo Soriano, adaptada por Roberto Cossa. A través de un texto diegético que se sobreimprime en letras amarillas Olivera nos sitúa: “la acción transcurre en una indeterminada provincia de la Argentina, en otoño de 1974” (poco antes del fallecimiento del presidente Juan D. Perón). El filme narra la lucha de dos facciones del Movimiento Nacional Peronista que se enfrentan duramente en ese momento histórico del país...

Festejada adaptación de la novela homónima del escritor argentino Osvaldo Soriano, que propone una mirada crítica no exenta de humor de la realidad política argentina. La película transcurre en un pequeño pueblo, en el que se enfrentan dos facciones del peronismo: una encabezada por el intendente, y otra representada por el delegado municipal. La película recibió varios premios entre ellos el del Festival del Cine de Berlín.

Nessun commento:

Posta un commento